Guliano Mauri, nacido en Lodi Vecchio en 1938, fue un artista que destacó sobre todo por sus increíbles obras en la naturaleza. Utilizando en su mayoría materiales vegetales, el artista fue capaz de levantar increíbles construcciones tejiendo ramas y palos a mano, que el tiempo y la naturaleza se encargaron de transformar, hasta mimetizarse con su obra.
Una de sus obra más famosas es La Cattedrale Vegetale, ubicada en Bergamo, al norte de Italia, donde la arquitectura y la naturaleza se funden para presentarnos esta maravillosa obra que cambia con las estaciones del año.
La Cattedrale Vegetale fue la última obra realizada por el artista, que empezó en el 2001 y finalizó en el 2010, un año después de fallecer. Su superficie es de 600 m2 y la altura del “edificio” varía entre los 5 y 21 metros.
Está formada por 42 columnas construidas con troncos de pino y ramas de castaños, que sirven de apoyo a las hayas, que se han plantado para que con el tiempo crezcan y se conviertan en los verdaderos pilares, mientras que las estructuras que ahora sirven de apoyo se retirarán. A medida que los árboles crezcan, sus marquesinas servirán de malla para formar el techo abovedado de una impresionante catedral gótica natural.
La Catedral está construida de tal forma, para que las ramas de los árboles se arqueen y formen las paredes y el techo del edificio sagrado. Se trata de un sitio mágico y con un gran sentido del espacio, que se ha convertido en una atracción turística que es visitada año tras año por miles de turistas amantes del arte.
Al ser un sitio cargado de espiritualidad, también es visitado por personas que van buscando un remanso de paz espiritual y comunión religiosa, sin perder por un instante el contacto con la naturaleza y el entorno.
La catedral consta de cinco pasillos que, con el tiempo, crecerán hasta convertirse en paredes sólidas y protectoras, que dejarán a sus fieles al amparo de una catedral no de piedra, sino de madre naturaleza.
Se trata de una obra magistral que integra materiales básicos con preciosos paisajes naturales, para que la naturaleza se apropie de ella pintando un cuadro nuevo en cada estación del año.
En este trabajo hay una conjunción perfecta con la espiritualidad que emana de la tierra, que no sólo se refleja en este proyecto sino en toda la obra del artista. Aquí os dejamos la página para que podáis ver más trabajos suyos.
Su creatividad se mostraba de forma bastante austera, a través de objetos frágiles, humildes y discretos, que destacaban su postura ante la vida y su lucha constante contra una sociedad del consumo.
¡Feliz año nuevo!
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