Creo que este es el primero de muchos veranos que estoy deseando que se acabe prontito. Por un lado no me da llegado octubre para conocer a la persona que nos va a robar el corazón (o más bien, que lo ha hecho ya) y por el otro, miedo me da el calor que paso los días que sale un poco el sol por aquí!!!
Mientras tanto, los días nubladillos como el de hoy, los estamos aprovechando para ir preparándolo todo, que luego nos coge el toro y yo no soy de hacer las cosas con prisa y a última hora.
Eso si, cada vez que veo una habitación infantil mi proyecto para la habitación del bebé va cambiando, es inevitable! Basta que diga que ya está, que lo tengo claro, para ver una habitación tan bonita como la de la hija de Mona, del blog Ich Liebe Deco, para que mis ideas se vayan un poco al traste y me vuelva a poner a darle vueltas a la idea... No se si alguna vez daré con un diseño que me convenza al 100%, pero mientras os dejo con unos pedacitos de esta habitación tan bonita que se ha llevado parte de mi atención.
Espero que os guste tanto como a mi y sobre todo, que también os sirva de inspiración :D
Una cama baja llena de cojines, una gran mesa para jugar a sus anchas, estanterías con láminas, cestas para almacenar juguetes, una estantería básica pero 100% personalizada y un precioso caballito de madera, junto con una paleta de colores perfecta, hacen que esta habitación se haya convertido en una de mis favoritas nada más verla.
No pintar una de las paredes hasta el techo, amplia el espacio. Además es un toque original y divertido que aunque cada vez, se ve más, sigue sorprendiendo un montón!
En una habitación infantil, no pueden faltar los rincones para que los peques den rienda suelta a su imaginación. Pintando el sobre de una mesa básica de Ikea con pintura de pizarra, conseguirás un lienzo en blanco y con suerte, evitarás que los peques hagan su obras de arte por las paredes de casa (aunque no te hagas ilusiones por si acaso) ...
El cojín, a juego con el plaid y con el gran cuadro colocado sobre la estantería de Ikea, se llevan parte de la atención. A que es un conjunto precioso?
Los marcos con las láminas pintadas hasta la mitad es una buena idea, le da un toque original a los estantes que nunca viene nada mal.
La estantería más típica de Ikea, con unos cestos en verde menta y unas puertas de madera, es una opción perfecta para una habitación infantil. Es un mueble económico y todo terreno muy fácil de customizar para ir adaptándolo a la edad del peque.
Colocar una pequeña cesta cerca de la cama con los cuentos preferidos para leer antes de dormir, te hará ahorrar un montón de paseos.
El detalle de la taza, a juego con el peluche no me puede gustar más. Ahí es donde se aprecia el gusto por los pequeños detalles, a que si?
Fuente: IchlieveDeco
¿Qué os ha parecido?
¿Os gustan estos tonos pastel, huyendo del
típico rosa o azul para las habitaciones infantiles?