Propiedad de un carpintero autodidacta y su esposa de origen escandinavo.Se encuentra en uno de los pueblos más bonitos de la Toscana (Italia) Montemerano. Un idílico pueblo de pocos habitantes de una de las regiones más bonitas y conocidas de este país y de la que yo personalmente estoy enamorada.Rezuma slow live por los cuatro costados
Situada sobre una colina desde la que se divisa la villa medieval,el valle y las montañas, rodeada de olivares centenarios.La casa que data del 1678 se encontraba en un estado ruinoso, sus dueños la rehabilitaron conservando sus muros de piedra, piso de terracota y vigas de madera que le da ese carácter rústico tan especial lleno de belleza y calidez.
Destaca la cocina abierta al salón con el frente de los muebles de madera de roble reciclada de la propia construcción sobre estructura de hierro y tapa de piedra natural gris de origen local.
La vivienda es una mezcla piezas rústicas con otras clásicas y un toque escandinavo fiel al origen de su dueña.Alfombras de estilo étnico y vaporosas cortinas que tamizan la luz son la guinda del pastel.
Y si no a las pruebas me remito.
Vía Homelife
Fotografía :Brigitta Wolfgang Drejer
Si te apetece conocer el trabajo de esta pareja te recomiendo su web Andrea Brugui donde podrás disfrutar de piezas con carácter artesanal y muy especialmente las hechas con madera de olivo hechas en su taller.
A mi me ha enamorado esta belleza rústica. ¿Tú que opinas?
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¡Feliz fin de semana!
Isabel