Es cierto que la combinación calabazas y otoño resulta siempre acertada. Aunque no es menos cierto que de entrada nunca ganaría un premio a la originalidad. Salvo que, como en esta idea del blog Poppytalk le des un giro a la idea.
Me ha gustado mucho esta mesa de otoño porque cumple con un requisito para mi muy importante: es sencilla de realizar, sin grandes complicaciones. Pero es que además es especial. Los colores elegidos para las calabazas, blanco y amarillo, junto con los crisantemos en los mismos tonos hacen que esta decoración de mesa otoñal se diferencie de la ya clásica combinación de calabazas y hojas secas.
Mesa de otoño sencilla
Como ves no tiene ninguna complicación más allá de localizar las calabazas en los tonos y tamaños adecuados. Que te reconozco que puede tener su aquel. Eso sí, si lo consigues, ya tienes la mesa decorada.
Y si no también. Porque puedes optar por pintar las calabazas en estos u otros colores, manteniendo la idea inicial y añadir las flores a tono de la nueva elección. Cero complicaciones.
Como ves, se trata de crear un camino a lo largo de la mesa, colocando las calabazas muy juntas entre sí y los crisantemos pegaditos a ellas. Y eso es todo. La flor encima de los platos y sobre las calabazas remata el conjunto.
Imágenes
Sencillo y bonito, ¿verdad?
¡Feliz fin de semana!
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