Volver. Seis letritas encadenadas, una detrás de otra, todas necesarias.
El tango más famoso de Gardel, el nombre de una peli de Almodovar, el estribillo de una ranchera que no escribiera Sabina.
Es un momento, un estado anímico y una realidad.
Dos meses de ausencia, ninguna publicación y absoluto abandono de las redes sociales. Un ciclo y un momento.
De nuevo aquí, no espero nada, ni siquiera un lugar que no considero ganado. Tengo esta ventanilla por la que me asomo al mundo 2.0 y me hago un hueco que llenaré con publicaciones a mi manera, pero renuncio a las perezas autoimpuestas y las ajenas también.
Aquel tango tararea una estrofa: "Pero el viajero que huye tarde o temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido que todo destruye haya matado mi vieja ilusión, guardo escondida una esperanza humilde que es toda la fortuna de mi corazón..." Ya te digo yo que no, que no es el olvido quien destruye ilusiones y te digo además que la esperanza no es humilde en absoluto, al contrario, la esperanza es un gigante que hace crecer las inquietudes.
Así te digo ,Volver, con la melena corta pero sin sienes plateadas, para eso invertí la tarde de viernes en el sillón de la pelu.
Y me alegro de volver.