A pesar de haber sido construida en 1919 mantiene aún un excelente estado de conservación gracias a la remodelación que se le ha realizado. En la decoración, ya sean las velas, las pieles, o las mantas y alfombras repartidas por toda la casa el toque acogedor propio de la estación, influye creando y aumentando la sensación de calidez. El color blanco de las paredes y del mobiliario contribuyen a una luminosidad mayor, ya que en los países nórdicos, las horas de luz natural son escasas durante el otoño y el invierno. Completamente enamorada de las lámparas de la casa, como la de tres focos propia de un salón de billar. Las cajoneras decoradas con nombres como si se tratara de una farmacia o botica, nos trasladan a otro lugar en otra época diferente.
El suelo con lamas de la madera pintadas en blanco y gris a cartabón es ideal. Un auténtico trabajo de restauración que deja a la vista la belleza de los interiores nórdicos.
¡Feliz NAVIDAD a todos!
Fotografías [ ] Lantliv VirlovaStyle
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