Desde pequeña he sido una persona muy indecisa; de hecho, mi frase favorita era “me da igual”. Me sentía incapaz de tomar decisiones por mi misma sin sentirme culpable por cualquier cosa que dijera. Para mi, tanto el sí como el no eran igual de malos y ninguno podía resolver la problemática. Así que trataba de huir poniendo la rutinaria coletilla que ya os he dicho.
Esto a la larga me afectó muchísimo, no sólo en cuestiones nimias, sino en eventos trascendentales de mi vida, como por ejemplo la elección del bachiller que estudiar, e incluso la carrera. Terminé estudiando lo que creyeron mis padres que era mejor para mi, y como es natural en cualquier papá o mamá, lo que ellos creían que era más apropiado para llegar a tener una vida cómoda. Mis gustos no se tuvieron en cuenta para nada, pero tampoco puedo quejarme: en ningún momento me impuse o intenté cambiar el destino que me esperaba.
– Mi nueva adquisición de Suattiworld. Con ella no he dudado!
Hoy, tras haber terminado la carrera sin penas ni glorias, estoy exactamente igual que estaba, pero con una diferencia: el tiempo ha pasado, y sigo preguntándome qué quiero hacer con mi vida. No obstante día tras día en mi cabeza se forma una idea.
¿Por qué he vivido sin haber pensado en mi? ¿Por qué he dejado que el miedo a decir mi opinión me domine y por consiguiente no estar viviendo “mi vida”?
Realmente no sé cómo voy a terminar. Lo que si sé es que poco a poco estoy empezando a ver las cosas desde otro prisma. Desde MI prisma. Y de lo que estoy segura es que tomar parte en este pequeño y ya gran proyecto de MRS. Shabby es el principio de un buen comienzo que espero me traiga y nos traiga la más enorme de las felicidades.
Mil besos!
Irina Vermeer
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