Y cómo no... empecé a vaciar. Fue realmente curioso que pasados seis meses cuando hice el último majo y limpio de repente cosas que me importaban, ya no me importaban tanto. Me encontraba con cosas que hace meses sentía lástima deshacerme de ellas, y el sentimiento de encontrármelas de nuevo era totalmente distinto.
"Algo está pasando y esto no es sólo una limpieza" y sonreí. Y por su puesto, quise aprovechar esa energía brutal para hacerlo de una vez y del tirón.
Ansiaba sentir levedad en cada espacio. Y aunque vaciara el interior, lo que me rodeaba me pedía algo más. ¿Te ha pasado eso alguna vez?.
Y en la búsqueda de esa ligereza hice algo...
Muchas veces cuando quitamos cosas, nos preguntamos qué misterioso duende ha podido llenar lo que se supone que habíamos liberado de un espacio. Por arte de magia ese hueco está una vez más, ocupado. Y claro, te frustras.
Cuando has dejado de ser una mera principiante en el arte de limpiar y vaciar... si una vez realizada la tarea te sientes igual, deja de ser liberador.
Ya no sólo basta con aligerar el interior, ahora la forma de hacerlo también importa.
En los baños se acumula mucha carga energética. Vacíalo completamente y vuelve a decorarlo.
Este año me he propuesto aligerar los espacios y quitarles carga energética. Y de ahí que fuera al grano, sin tonterías. Una vez ordenado, ¿algo más?. Sí, y tienes... tres formas para hacerlo:
La más dinámica y divertida. Vaciar para llenar. Si en este caso no te encuentras conforme con lo que has tirado dentro de los armarios de tu dormitorio, por ejemplo, vas a tener que vaciar por completo todo lo que veas en él. Hablo de textiles, decoración, cortinas...
Vía
Es como si volvieras a mudarte a una nueva en casa, que en realidad sigue siendo la tuya. Quizás ya las cortinas no te gustaban y no te habías dado cuenta, quizás eran los cojines de la cama que sobrecargaban mucho. ¿Empezamos de nuevo?.
La que requiere concentración. Cuando limpies o estés ordenando hay un Mantra muy conocido entre los tibetanos que se llama Durupan Timapang. A medida que limpies o barras debes repetir este Mantra. Es liberador y barre los pensamientos negativos y sobre todo, el apego a las cosas De ahí su magia.
Las más sencillas. Tienes dos opciones:
-« Al final de tu sesión de orden y limpieza coloca en el centro del espacio dos inciensos purificadores. Cierra las ventanas y una vez consumido el incienso, ábrelas completamente.
Portaincienso de Secretos de India
Sí... hazte con un bonito portaincienso... que ya toca...
-« Otra técnica es la del cuenco tibetano. El día después de ordenar el espacio elegido colócate en el centro de tu habitación, puedes estar de pie o sentado (con la espalda recta). Para comenzar con este bonito ritual debes dar 3 golpes con la baqueta de madera pero en su parte externa. Una vez hecho vas pasando la baqueta de forma externa en el sentido de las agujas del reloj e sintiendo sacando el sonido.
Cuenco tibetano
Quédate con su música porque te aseguro que emite vibraciones y música distinta en cada espacio donde realices la limpieza.
Una de mis tiendas favoritas y recomendadas por excelencia sobre inciensos, elementos para la meditación, limpieza energética, así como textiles y complementos maravillosos es Secretos de India. Sin duda, es el lugar idóneo y mi recomendación de la semana (y más ahora que están de rebajas y puedes por fin conseguir aquello que tanto llevas buscando).
Entiendo que muchas veces nos sentimos agobiados porque no sabemos a qué tienda recurrir para hacerte con productos de confianza. Me llegan muchísimos emails comentándome dónde pueden conseguir productos así, además de gemas. Todo lo que pruebe y que me convenza lo recomendaré. Así nos ayudamos entre todos.
¡¡Bueno cuéntame!!
Con qué tres Mantras de la Limpieza te quedas...
¿Sabes cuáles hice yo?... Te lo mostraré en breve...
Gracias por tus comentarios
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