La cocina ya estaba instalada por lo que no había que invertir en muebles y electrodomésticos grandes. Muebles de almacenamiento en negro, con la parte superior de la pared acabado en micro cemento y, completamente abierta a la zona de estar, hicieron que fuera posible centrarse más en los detalles. Luminarias colgantes y acabados en madera, metal y cristal, hacen de este espacio un ambiente con sabor industrial.
En este apartamento prima un diseño ecléctico donde todo lo que entra en la casa se queda. Piezas de ventas de garaje, elementos recuperados y con otros usos, todo a la vista… El concepto abierto de la zona social, amplia de forma visual el espacio, dejando un todo unitario que comunica la cocina, con el comedor y el salón. Muebles de madera maciza, sillas y un espejo de comedor fueron encontrados en tiendas de muebles de segunda mano en Estocolmo. La mesa fue elegida por su forma original, y el espejo era exactamente lo que faltaba para complementar la decoración vintage desde el interior. La pared de ladrillo visto, ventanas abiertas a la habitación y la pátina usada en muchas de las piezas y soluciones, son elementos arquitectónicos que crean esta singular mezcla, que aúna la elegancia de lo clásico, el rústico y la modernidad del estilo escandinavo.
Este apartamento descubre un espacio pequeño pero diáfano donde las divisiones se reducen al máximo y la decoración al mínimo, dando protagonismo a los materiales y estructuras básicos del inmueble. El vintage industrial recupera elementos de la época industrial para darles una nueva vida.
Las paredes de ladrillo, cemento o hormigón, rugosas y sin pulimentar, desprenden personalidad y carácter. ¿Qué te parece este interior?
¡Feliz comienzo de semana a todos!
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