Imagen: Eloïse L / Flickr CC BY 2.0
1.- Cuando llegue la hora de cambiar el frigorífico, invertir en un modelo clasificado con etiqueta energética A+ o A++.
2.- Valorar la capacidad real que necesitamos y no comprar una nevera superior a la requerida.
3.- Situar el frigorífico en un lugar fresco y ventilado, y siempre lejos de fuentes de calor, como el horno, la luz solar...
4.- Limpiar la parte trasera mínimo una vez al año.
5.- Comprobar el estado de las gomas de la puerta y, en caso de ser necesario, sustituirlas por otras nuevas, con el objetivo de que cierre de forma hermética y no pierda frío.
6.- Antes de que la capa de hielo llegue a los 3 mm, debemos descongelar. Este simple hecho puede hacerlos ahorrar hasta un 30% de energía.
Imagen: Marjan Lazarevski / Flickr CC BYND 2.0
7.- Cuando queremos descongelar un alimento de un día para otro, es conveniente dejarlo en la nevera y no en el exterior, pues nos permitirá ganar frío extra y de forma gratuita.
8.- Nunca se debe introducir alimentos calientes en la nevera, pues elevará la temperatura y aumentará el gasto eléctrico.
9.- El termostato debe estar en unos 5ºC en la zona refrigerada, y en -18ºC en el congelador.
10.- Por último, pero muy importante, hay que evitar abrir la puerta muchas veces y mantener la nevera abierta el menor tiempo posible.
Aquí podréis encontrar más consejos para ahorrar en casa...