Una vez definido el espacio, intentaremos crear un ambiente visualmente más amplio. ¿Cómo? Pues apostando por tonos suaves, pero no aburridos. La idea más sencilla y que mejor funciona suele ser apostar por paredes blancas, suelos en tonos claros y muebles neutros o pastel. Las tonalidades más llamativas no tienen que desaparecer, pero es mejor reservarlas para los cojines, complementos decorativos o pequeños detalles, es decir, mejor en pequeñas dosis si no quieres crear sensación de agobio.
Por supuesto, no renuncies a darle tu toque personal mediante fotografías en blanco y negro, DIY elaborados por ti o pequeños recuerdos de viajes que encajen con tu estilo decorativo. No obstante, sabemos que una imagen vale más que mil palabras, por lo que os traemos una galería de inspiración para todos los gustos y en la que, si os fijáis bien, podréis sacar un montón de ideas low cost para adaptar a vuestros apartamentos o pisos. ¡Comenzamos!
¿Qué os han parecido estas ideas?