El alcohol para quemar es un compuesto químico formulado a base de metanol que difiere del alcohol sanitario que todos tenemos en casa. Se utiliza mayoritariamente a nivel industrial, como disolvente de resinas, lacas y pinturas. También tiene otros usos como por ejemplo actuar como anticongelante para todo tipo de vehículos.
Sin embargo, el alcohol para quemar tiene algunos usos interesantes en el hogar, básicamente como limpiador efectivo (al menos eso es lo que parece). Esta facilidad de este tipo de alcohol para arrastrar y eliminar de una vez por todas la suciedad más incrustada siempre me ha llamado la atención y lo cierto es que la mayoría de estas formas de emplear el alcohol para quemar son realmente eficaces. Aquí tienes las claves para probarlo tú mismo.
¡Precaución! El alcohol para quemar no es agua del grifo
Lo primero que tienes que tener en cuenta si pretendes usar alcohol para quemar en tu casa, es que se trata de un producto con una toxicidad elevada. Es decir, que hay que usarlo con cuidado y manteniendo ciertas medidas de seguridad.
No es que se trate de plutonio líquido, pero es un producto tóxico e inflamable, por lo que conviene ser cauto a la hora de utilizarlo. Por supuesto, en casa has de guardarlo en un lugar que esté totalmente fuera del alcance de los niños y alejado de cualquier fuente de calor.
No se te ocurra cambiarlo de recipiente. Ten en cuenta que una ingestión accidental de alcohol para quemar puede ser muy peligrosa, ya que puede causar ceguera y un envenenamiento grave. En caso de ingestión, acude rápidamente al hospital o llama al servicio de atención toxicológica.
De todas formas, no hay que alarmarse en exceso ya que si lo usamos con precaución, utilizando guantes y teniendo cuidado a la hora de almacenarlo, no tiene por qué pasar nada.
Para limpiar los cristales
Ya sabes que el tema de limpiar los cristales y acabar con las marcas me tiene un poco preocupada… Más bien me tiene un poco harta, ya que no es nada fácil dejar los cristales y espejos brillantes y conseguir que te duren así un tiempo. Al menos para mí lo es.
Sin embargo, y aunque no hace milagros (será porque no existen. Y, si existieran, ¿quién se acordaría de los cristales?), el alcohol para quemar es un buen limpiador para este fin ya que ayuda a conseguir un brillo total en todos los objetos de cristal, desde las ventanas hasta las mesas, los espejos, etc.
Puedes hacer un limpiacristales casero con agua, amoniaco y un buen chorro de alcohol para quemar. O mezclar tres partes de agua con una de alcohol para quemar. Ambas soluciones son efectivas.
Azulejos impecables
El alcohol de quemar diluido en agua (tal y como te he explicado en el apartado sobre limpiar cristales) es una gran solución para dejar impecables los azulejos de la cocina, ya que tiene gran poder como quitagrasas.
Utilízalo también para limpiar los azulejos del cuarto de baño y dejarlos muy brillantes.
Para sacar brillo al acero inoxidable
Otra de las aplicaciones domésticas más prácticas del alcohol para quemar es utilizarlo para sacar brillo al acero inoxidable. Y esto sirve para las superficies como la encimera o el entrepaño de la cocina, para el fregadero y los grifos, y para los electrodomésticos.
Lo mejor es usarlo diluido en agua (una parte de alcohol por tres de agua) utilizando una bayeta que no raye, aunque si quieres eliminar manchas difíciles puedes utilizarlo sin diluir y después aclarar con agua.
Eliminar restos de pegamento
El alcohol para quemar sirve de gran ayuda a la hora de retirar restos de pegamento de una superficie. Por ejemplo, te servirá para eliminar rápidamente las etiquetas adhesivas de los frascos de cristal.
Si quieres utilizarlo sobre otro tipo de superficies más delicadas, prueba primero en un lugar poco visible para ver si el alcohol las estropea, sobre todo si son brillantes, ya que podría dejarlas mate.
En la cocina
La cocina es uno de los espacios de la casa en la que el alcohol para quemar tiene más aplicaciones prácticas. Ya hemos hablado de su capacidad para abrillantar las superficies de acero inoxidable, pero esta no es la única manera de emplear el alcohol en la cocina.
Por su poder desengrasante, el alcohol para quemar te ayudará a dejar impecables los armarios de madera de la cocina. En este caso es mejor que el amoniaco. Solo tienes que echar un buen chorro de alcohol en agua caliente y frotar con una bayeta los muebles para dejarlos completamente limpios y sin rastro de grasa.
Como ves, el alcohol para quemar es un gran aliado en la limpieza doméstica. Decídete a probarlo y verás qué resultados.
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