Y para celebrarlo, lo hacemos siguiendo con esos pequeños consejos slow, esta vez para que estar en nuestro dormitorio sea una experiencia religiosa.
El slow es sinónimo de bienestar y este va totalmente ligado a la salud, por lo tanto usar materiales que la protejan es primordial.
Tenemos que tener en cuenta todos nuestros sentidos, ya que para estar en calma debemos cuidar todo lo que percibimos.
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Además de estos consejos os damos otro par de ellos que os pueden ayudar a descansar slowmente:
- Mantener un nivel lumínico adecuado, también ayuda a conciliar el sueño. Nada de móviles ni aparatitos de luz intermitente en nuestra mesilla.
-Utilizar el dormitorio para actividades relajantes, no mezclar usos. Por ejemplo, si trabajas o estudias donde duermes no vas a poder desconectar, porque los espacios van ligados a las actividades y el cerebro los enlaza.
-Mantener una temperatura de 23º en verano ( y 18º en invierno).
-Por último un sitio ordenado, libre de cosas que nos perturben.
Así que ya sabéis, propósito de verano, haced de vuestro dormitorio un santuario del descanso para que por las mañanas estéis más frescos que una lechuga y podáis disfrutar del buen tiempo.
¡Y de regalito...arriba volumen!
¡Pasen ustedes un verano muy top y no se olviden de leernos!
El equipo emmme