Alfombras: cuando empieza el frío, las casas parecen pedir a gritos una alfombra. En el recibidor, en el salón, a los lados de la cama... Las alfombras tienen dos funciones: decorar y calentar visualmente el espacio. Las estancias con alfombras parecen siempre más acogedoras y te invitan a quedarte. Puedes comprarlas o hacerlas tú misma con trapillo como esta que tengo en la entrada de mi casa.
Mantas: a los pies de tu cama, en el sofá, sobre una silla... Sentarte en cualquier parte de tu casa, y poder arroparte con una mantita no tiene precio. ¡Incluso para tus invitados! Después de una comilona familiar, seguro que más de uno agradece tener una mantita a mano para echarse sobre los hombros o las piernas ;) Llena tu casa de mantas y verás que diferencia.
Velas: las velas tienen la capacidad de convertir en mágico el rincón en el que se encuentran. Transmiten calma, recogimiento, protección, calor... todo lo que te pide el cuerpo en esta época del año. Crea un centro bonito colocando la vela en una bandeja y rodeándola de piñas y hojas secas y consigue un efecto Otoño completo.
Rincón de lectura: Muchas veces no encontramos el momento de leer porque básicamente no tenemos dónde hacerlo. En la cama te duermes, en el salón hay demasiado ruido, en la cocina no tienes dónde sentarte... Crea un rincón de lectura donde puedas sentarte a disfrutar de tu momento sin interrupciones y cómodamente. Incluso puede ser un espacio compartido con tus hijos, seguro que así se animan también (¿recuerdas el que hice para mis peques? Puedes verlo aquí). Unos cojines en una esquina, un sillón junto a la ventana, o el asiento del comedor que está más cerca de la ventana... busca, seguro que encuentras el rincón perfecto.
Hojas secas: ya sabéis lo mucho que me gustan, por eso en mi casa están por todas partes y durante todo el año. Pero si hay un momento del año donde no pueden faltar, es, sin duda, en otoño. En unos marcos de fotos en mi despacho, bajo el cristal de la mesa de centro o como corona como os enseñaba hace unos días en este post. Puedes cogerlas ya secas del suelo de cualquier parque, o cogerlas frescas y secarlas entre las hojas de algún libro gordo para que queden lisas.
Colores: el color tiene un poder enorme de transformación en la decoración. Cambia las fundas de tus cojines del salón y mete algún detalle decorativo en los mismos tonos, y verás qué cambio. Marrones, ocres, mostaza, verdes, frambuesa... pero ojo, no te pases combinando. Dos o tres como máximo o tu casa parecerá un circo. Si al cambio de color, lo acompañas con un cambio de tejido, el resultado será de 10.
¿Qué te han parecido estas ideas? ¿qué recursos decorativos utilizas para poner tu casa en modo Otoño?
¡Un abrazo!