1. Si la decoración de la pared no acaba de convencerte... Coloca una obra de arte
Todos hemos visto la tendencia de colocar un montón de pequeños cuadros con láminas, dibujos, fotografías, o un mix de todo. Es algo que está muy de moda y que a nosotras nos encanta, pero si lo tuyo no es la composición, o no tienes tiempo ni paciencia para colocar tantos elementos diferentes, ver las alturas, espacios, etc, opta por volver al "menos es más". Quita todo y vuelve a poner una sola pieza de gran formato, o dos, o tres como mucho, si son de tamaño medio. Una gran pieza de arte (acuarela, fotografía, dibujo en tinta china, etc), da al ojo un lugar claro para enfocar, y deja mucho espacio en blanco para no sofocar la habitación.
O si no tienes una gran obra de arte puedes poner los cuadros dentro de una rejilla invisible. Todos ordenados. Trabaja un número de piezas pequeñas pero siguiendo una cuadrícula. Es importante la utilización de marcos de idéntico tamaño o elegir un tema para todo lo que se va a colgar, o por lo menos unificar en cuanto a colores y tonos. Recopilar fotos en tonos de azul, una colección de fotos tomadas en el mismo lugar, todo en blanco y negro, etc.
2. Si tienes la sensación de que la ha habitación es demasiado estrecha o pequeña...
¡Añade un espejo gigante! El espacio puede ser pequeño, pero no tiene por qué sentirse de esa manera. Lo mejor y más sencillo que puedes hacer en un espacio pequeño para que parezca más grande, es colocar un gran espejo. Cuélgalo o simplemente apoyalo contra la pared, y el espacio se duplicará de inmediato.
O también prueba a cambiar alguna pieza de mobiliario oscura por otra de color claro o transparente (como las famosas sillas Louis Ghost de Kartell). Mucha madera maciza o muebles tapizados en tonos oscuros, pueden hacer rápidamente que una habitación pequeña parezca todavía más pequeña d lo que es en realidad.
3. Si te parece que tu habitación es demasiado rígida y formal
Añade detalles étnicos, cambia la mesa de centro por unos puffs informales o una de madera con ruedas, coloca algunos cojines XXL en el suelo (junto con algún cesto lleno de revistas para crear un rincón de lectura desenfadado), combina diferentes estampados y colores en los cojines, haz un mix de sillas en el comedor, coloca un cartel o una señal de corte urbano, etc... Pero eso sí, ¡no lo hagas todo de golpe! Una cosa detrás de otra, no vaya a ser que con un sólo cambio tengas más que suficiente, no hay que perder la cabeza =)
También queda muy bien introducir algún mueble desgastado o envejecido: un objeto de anticuario, un aparador industrial, una butaca de cuero antiguo, y cualquier otro elemento que aporte un toque vintage, te ayudará a convertir la habitación en un espacio agradable y desenfadado.
4. Si por el contrario, crees que la habitación es demasiado informal o que parece que estar sin terminar y hay un poco de caos
Busca la simetría añadiendo alguna alfombra, puntos de luz indirecta, cortinas y, por supuesto, siempre puedes añadir algo brillante o metálico (en tonos cobre, dorado o plata) que además le de sofisticación. A veces una sola pieza (por ejemplo, una lámpara, un jarrón XXL o unos cojines), son suficientes para lograr el cambio.
5. Si la habitación es demasiado pequeña realmente
Cuelga unas cortinas muy altas, hasta el techo. Este es uno de esos cambios que no parece gran cosa, pero que realmente cambia todo el espacio. Colgar las cortinas casi en el techo hace que los techos parezcan más altos y, por extensión, hace que toda la habitación se vea más grande.
6. Si la combinación de colores no funciona
Haz una foto de tu habitación y analízala de forma objetiva. Estar mucho en un espacio puede hacer que sea difícil saber lo que funciona. Enumera todos los colores que se ven en la foto y, si hay más de tres, podría ser una señal de que hay demasiadas gamas cromáticas. Decide qué tonalidad no te gusta, y empieza a quitar todo lo que veas de ese color.
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