Qué ganas tenía de volver a compartir en los Findes Frugales de Marcela
Cavaglieri pero con el verano de por medio y el slow concept que
últimamente me he auto impuesto tengo dos super DIY empezados desde
hace tiempo y no los termino.
Y como se trata de no sentirse mal por procrastinar, ese verbo que se ha puesto
tan de moda y que en realidad no quiere decir otra cosa que diferir, aplazar,
elijo hacer otra creación frugal y mostrárosla hoy.
Mi amiga Ana me regaló una preciosa falda de tejido Batik que trajo de
Tailandia. El batik es una técnica de teñido de tela por reserva, como el
Tie Dye o el Shibori, que consiste en aplicar cera sobre las zonas que no
se quieren teñir. El proceso se repite para ir formando los dibujos y
sobreponer colores. Es característico el uso de puntitos en sus diseños y
es una técnica bastante extendida en Indonesia y los países de alrededor.
Como sé que no lo voy a utilizar como falda porque para ello hay que tener
la gracia y el saber hacer de las mujeres de aquella zona, decidí convertirla
en un precioso mantel: descoser el lado corto que une la pieza y ya está.
Así de fácil y rápido.
Tanto que he tardado más en montar la mesa para mostrároslo que en
convertirlo en mantel ;-)
Saqué algunos de los souvenirs que traje de mi viaje a Tailandia hace
dos veranos y creé un Buddha bowl de inspiración tailandesa.
Los Buddha bowls tan de moda en el mundo foodie no son más que cuencos
en los que se combinan alimentos saludables: un único plato que contiene
diversos tipos de nutrientes beneficiosos para la salud.
El que os presento es un bowl dulce pero sin azúcar ¿Cómo es posible?
Utilizando plátano maduro y preferiblemente congelado.
Lo demás ingredientes: espinaca, rúcula, remolacha, frutos del bosque (también
mejor congelados), leche de coco, una cucharadita de curcuma, otra de maca y
una de jengibre.
Todo a la batidora y una vez procesado al bowl.
Después podremos completar y decorar con toppings de nuestro agrado:
semillas, ralladura de coco, frutillas...
Todos estos ingredientes son considerados actualmente superalimentos por lo
que tendremos un super cuenco dietético, saludable y rico. Si lo encuentras
poco dulce puedes añadir dátiles medjoul. Yo no tenía en ese momento pero
para mí resultó bastante dulce y eso que soy muy golosa.
Como salió mucha cantidad, más ahora con Javier fuera, distribuí en botes
lo que me sobró, lo guardé en la nevera y he estado comiendo de ello toda la
semana, cambiando los toppings o añadiendo más leche para convertirlo en
smoothie.
Una manera de batch cooking como llaman ahora a hacer más cantidad
cuando se cocina y así poder guardarlo para otro día en que lo usaremos
combinando o mezclando con nuevos ingredientes.
¡Os deseo un feliz fin de semana!