Las extremas condiciones de pisos diminutos, me forzó a guardar botas y abrigos en cajas escondidas. Cuando empieza el frío, hago el trabajo inverso. Me gusta. Pero no os quiero engañar, solo hay un motivo, un verdadero motivo, que me mueve a hacer el dichoso cambio: el frío (o el calor en verano). Tal y como aconsejan las gurís del orden, trato de lavar toda la ropa y plancharla, de deshacerme de prendas y organizar el armario… más o menos los primeros 5 minutos.
Aunque a veces consigo deshacerme de algo, soy más del “Miiiiiira ¡esto es de cuando tenía x años!” lo saco, lo miro, lo vuelvo a guardar. Mientras, mi churri me repite “no se por qué hacemos esto, yo me pongo lo mismo todo el año” y frases por el estilo.
Siempre encuentro cosas que no recordaba y tesoros ¿queréis ropa
Este año me encontré unas Dr Martens de mis tiernos 15. Descubrí con regocijo que son “Made in England”, antes de que la fábrica se trasladara a China. Luego me pregunté por qué era tan macarra y las compré con punta de acero. Están perfectas, botas de trabajo de primera calidad y mi culo poniéndose como una piedra. ¿Es o no es un 10 de 10?
No solo guardo ropa antigua porque me trae recuerdos o me gusta. También guardo prendas por su tela: ¿La tela me gusta?¿Se puede hacer un cojín?¿Forrar algo?¿Se me puede llegar a ocurrir algo en algún momento? la guardo.
Este año tenía las cosas más a mano y he ido estirando el brazo para cogerlas. Camisetas de tirantes y colorines, junto con forros polares, convivían alegremente en el armario. Si me seguís por Snapchat (aurea_iamamess) veríais el desastre ocasionado cuando traté de poner un poco de orden.
Tampoco es que me importe demasiado, pero un poco de organización no está de más. De todos modos, lo que más me llama la atención de los armarios cápsulas, gurús del orden y organizadores roperiles en general es ¿cuánta ropa os compráis, chiquillas?
Ahí va mi sistema para que la cosa no se vaya de madre: Ni organizadores, ni deshacerme todos los años de la mitad de la ropa, ni psicoanalizar la prenda. Sigo usando el método de toda la vida: necesito un pantalón, voy a por un pantalón. Funciona. También me deshago de las prendas que no me dan buen rollo y juega en mi favor, que detesto profundamente entrar en tiendas de ropa.
Por último, si todavía estas leyendo, admítelo: tú todavía no has hecho el dichoso cambio. Te dejo un imprimible para hacértelo más fácil. Iba a poner consejos de organización y todo eso, finalmente he decidido hacer una lista infalible. Dejo los huecos en blanco para que rellenes tú, la ropa que te hace falta esta temporada, las tareas que te quedan o los consejos armariles que más rabia te den:
(pincha en la imagen o aquí para descargarlo)
¿Vosotras hacéis el cambio de armario?¿Hacéis armario-cápsula?
¿Algún truco que nos pueda servir? ¡Déjalo en los comentarios!