En tus manos está el verlo como una tarea poco apetecible o mirarlo como una oportunidad, un nuevo comienzo, tu momento…
Así que busca el mejor momento del día, sin prisas, sin agobios, ponte música, relájate y disfruta!
Revisa
Lo primero que debes hacer es sacar toda la ropa. Ponla encima de la cama para una primera toma de conciencia y comienza a revisar.
Revisa, por un lado, las prendas de invierno para ver qué es lo que realmente quieres conservar y lo que ya no merece la pena guardar, y lo mismo con la de verano, saca todo lo guardado y descarta antes de colocarla en el armario.
Es importante ser honestos con nosotros mismos, que no nos juzguemos y que tomemos consciencia de la cantidad de ropa que tenemos, la que verdaderamente nos encanta y la que realmente usamos.
Recuerda lo importante que es la primera intuición, así que escúchala y no te dejes llevar por la razón en exceso porque empezarán a salir las excusas y los por si acasos.
Haz 3 montones, uno para donar, otro para mantener y finalmente otro para tirar.
Recuerda que, todo aquello que estés donando le estarás dando una segunda oportunidad y lo mejor de todo es que alguien podrá disfrutar de su uso. Además, estarás haciendo algo por los demás y esto te hará sentir bien.
Organiza
El armario es algo que abrimos todos los días, es nuestro reflejo, el que mejor muestra quienes somos, por ello es importante cuidar la imagen del mismo.
Antes de empezar a colocar puede que te resulte más sencillo hacer un esquema del armario y poner lo que irá en cada sitio así como medir los huecos antes de comprar ningún accesorio o caja. Recuerda que muchas veces tenemos cajas en casa que podemos aprovechar para contener algunas prendas de ropa.
Es buen momento para ver si necesitas añadir alguna balda más, una cajonera o quizás poner todas las perchas iguales.
No llenes el armario hasta el límite, intenta dejarlo al 80% como mucho. Las prendas tienen que respirar y tienen que quedar holgadas para que las podamos ver y coger con comodidad. Además, esto te ayudará a mantener el orden.
Separa por categorías
Crea un sistema de organización estableciendo secciones con los distintos tipos de prendas. Las colocaremos por grupos de prendas. Si además lo organizamos por colores, de más claro a más oscuro, lo podremos identificar más rápido y esto nos ahorrará tiempo por las mañanas.
Pon perchas iguales y verás el efecto de orden y armonía que se crea nada más abrir el armario.
Organiza en vertical
Utiliza el doblado vertical para verlo todo de un solo vistazo y además observa lo que ganas en espacio. Cuando no tengas cajones, puedes usar cajas o cestos para poder aplicar el doblado vertical en estanterías o baldas.
Si vas a comprar cajas intenta que sean uniformes en modelo y en el color para crear armonía.
Simplifica
¿Cuántas veces decimos “no tengo nada que ponerme”? en cambio, tenemos los armarios llenos de ropa, ropa que no ponemos, ropa que guardamos por si acaso, ropa que no hemos estrenado, ropa que no nos sirve… ¿qué sentido tiene esto?
Pienso que «menos es más” en todo y en este caso también. Solemos usar un 20% de lo que hay en el armario, ¿no sería maravilloso que nuestro armario estuviera lleno de prendas que nos encantaran y que usáramos? Se trata de decidir qué es lo que quieres tener y que cada día al abrirlo nos facilite la tarea de escoger la ropa, sin que perdamos tiempo, de ir simplificando poco a poco.
«¡Nuestro armario tiene que enamorarnos!»