Aunque en su interior predomina el color blanco y la madera, en esta casa escandinava propiedad de la diseñadora de interiores Tine Kjeldsen se han mezclado magistralmente elementos antiguos adquiridos en anticuarios de la zona con detalles de otras culturas. Es una antigua granja del año 1800 renovada siguiendo los designios de la decoración nórdica pero con algunos toques marroquíes como la fabulosa alfombra de la cocina. Una decoración austera con un guiño al minimalismo pero con la calidez de las casas nórdicas.
Fuente: femina