Iluminar correctamente la mesa de estudio o de trabajo es una cuestión importantísima si queremos trabajar sin luz natural de forma cómoda y eficaz. Sin embargo, a veces no sabemos cuáles son los factores que debemos tener en cuenta al elegir la lámpara de escritorio más adecuada. Aquí tienes una pequeña guía que te servirá de ayuda.
Flexos articulados, lámparas de mesa con pantalla, focos El mercado nos ofrece un largo repertorio de opciones para iluminar la zona de trabajo o estudio. Y entre tanta variedad a veces resulta difícil decidir qué lámpara de escritorio es la mejor: qué modelo es más práctico, cuál es el tipo de luz que nos conviene, qué intensidad, etc.
Para que tengas unas pautas claras y puedas elegir la lámpara de escritorio más adecuada para ti, hoy queremos darte algunas recomendaciones que faciliten la tarea.
¿Cómo es la lámpara de escritorio idónea?
El primer consejo que puedo darte es que te decidas por una lámpara de escritorio que haya sido diseñada específicamente para tal fin. Puede que te guste mucho ese modelo de sobremesa que has encontrado navegando por Internet, pero quizás no aporte la luz que necesitas para trabajar.Ten en cuenta que no se requiere la misma iluminación para ver la tele que para leer un libro o trabajar frente a la pantalla del ordenador. En el escritorio necesitarás una luz que te permita leer, escribir, trabajar ante una pantalla, realizar algún trabajo con las manos, etc. Debe iluminar la zona de trabajo o estudio sin producir molestas sombras. Por eso lo mejor es elegir flexos o lámparas con foco que permitan dirigir el haz de luz hacia un punto concreto.
Elegir el modelo y el tamaño
Decidirse por una u otra lámpara de escritorio no es tarea fácil, ni mucho menos. Es tal la infinita variedad de modelos, estilos y tipos que cuesta un trabajo considerable averiguar cuál es la que nos conviene. No obstante, trataremos de dar unas claves prácticas para lograrlo.En lo que se refiere al estilo de la lámpara de escritorio, lo mejor es optar por un modelo que nos guste y que esté acorde al estilo del resto de los muebles de la estancia, en especial al del escritorio. Los modelos de líneas sencillas y modernas van bien en espacios contemporáneos.
Pero no debes fijarte únicamente en la estética cuando vayas a comprar tu lámpara de escritorio. Hay otros factores importantes a valorar. Como el tamaño, que ha de ser proporcional al de tu mesa. Si esta es muy grande, elige un flexo con un brazo largo y articulado para que la luz llegue a toda la superficie de trabajo. En caso de que el escritorio sea muy pequeño puedes optar por un foco con pinza de los que se sujetan a la mesa, o por un aplique de pared.
¿Cuánta luz voy a necesitar?
Hay varios factores que determinan la cantidad de luz que necesitamos en nuestra mesa de trabajo o estudio, y es importante conocerlos antes de elegir la lámpara de escritorio. Para empezar, el tipo de actividad que vamos a realizar es importante, ya que no se necesita la misma luminosidad para escribir o leer que para trabajar con el ordenador. En este caso, la luz ha de ser un poco más tenue.Por otra parte, la edad es otro factor relevante. Una persona de 50 años necesitará más luz que un joven de 25, y también es más sensible a los deslumbramientos por lo que la pantalla o el difusor ha de ser más opaco y el haz de luz ha de estar más focalizado en la mesa. Sea como sea, contar con la luz apropiada en cada caso es importante, ya que evita problemas como fatiga visual, dolor de cabeza y cansancio mental.
Otro aspecto en el que no solemos reparar es la temperatura de color de la luz. Este valor se mide en grados Kelvin (K). La luz más amarilla y cálida (de unos 2.700 K) suele tener un efecto acogedor y relajante. Las más frías (en torno a 5.000 K) resultan más estimulantes para el cerebro y se cree que aumentan la productividad. Aunque estos efectos no sean demasiado determinantes, si vas a elegir una lámpara de escritorio para tu casa lo mejor es que esté entre 2.700 y 3.000 K, mientras que las luces de las oficinas suelen estar entre 3.000 y 3.500 K.
La mejor posición en la mesa
A la hora de ubicar la lámpara de escritorio hazlo siempre de forma que la luz quede por encima de tu cabeza y tus ojos, y nunca en la línea de visión. Colócala si es posible en el lado opuesto al brazo con el que escribes, para evitar las sombras. Y coloca la pantalla inclinada a un ángulo de aproximadamente 30º para evitar deslumbramientos.Si sigues estas recomendaciones, seguro que encuentras la lámpara de escritorio perfecta para ti. ¿Cuáles son tus favoritas?
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.