Si tenéis este problema en casa os vamos a mostrar algunas soluciones sencillas y caseras para evitar que entren en nuestra casa. La clave está en buscar olores que las repelen de forma natural y no recurrir a productos químicos que pueden resultar hasta peligrosos como los venenos.
1. Adiós a las hormigas con sal y laurel. Podemos poner ambas especias en un recipiente en los muebles de la cocina para que el olor las haga mantenerse lejos. También puede ser útil ponerlo en la entrada del jardín.
2. La cayena (guindilla en polvo) es otro de los olores que les hace correr en dirección contraria. Así que un poco en algún vaso o cuenco en las zonas conflictivas y asunto resuelto.
3. El tercer elemento es el vinagre. Debemos mezclar en un vaso una proporción de tres cuartas partes de agua por una de vinagre y ponerlo en los armarios. También podemos usar la mezcla para fregar el suelo, puesto que el vinagre es perfecto para dar brillo.