Tras el boom de la pintura a la tiza, que lo he sufrido en mis carnes y no descarto hacer más cosas, ahora llegan los vinilos. Y no me refiero a esas pegatinas de antaño con las que se decoraba algún rincón de la casa, no, me refiero a papeles especiales que podemos pegar sobre casi cualquier superficie (paredes lisas, con gotelé, azulejos, sobre muebles, en suelos,…) cambiando radicalmente el aspecto de cualquier estancia sin someterla a ninguna obra ni generar residuos. ¿Os acordáis de cómo se forraban los libros con “aironfix”, el forro de pegatina, con el que luchábamos para que no se formaran las temidas burbujitas? Pues esto es algo similar, pero mucho más perfeccionado y con la ventaja de que puedes corregir el pegado si te sale mal para evitar dichas burbujas.
Es un lujo pensar que fácilmente podemos cambiar en una cocina los frentes de los armarios por ejemplo (los vinilos de Lokoloko son tan fuertes que se utilizan incluso en automoción, así que no penséis que no os durarían en la cocina), o el aspecto de las paredes haciendo parecer que tenemos un preciso mármol veteado en lugar de un azulejo del año de “Maricastaña”. Decir adiós a un esperpéntico suelo pegando sencillamente encima losetas o rollos de vinilos, que después se podrán fregar incluso con lejía, sin si quiera perder el color. O incluso si no te apetece trabajar, extender directamente una alfombra vinílica de Fancyhaus, cuyo mantenimiento es el mimo y con propiedades antibacterianas, impermeables y antideslizantes. Estas alfombras, que sólo tienen dos milímetros de grosor, no interrumpen la apertura de las puertas pero a su vez, en suelos muy fríos aíslan y pueden usarse con calefacciones de suelo radiante.
Si seguís estas firmas por Instagram o Facebook, veréis los increíbles cambios que hace la gente. Ya sabemos que a veces sencillamente cambiando una pared, el aspecto global de una estancia puede dar un giro de 180 grados, pero cuando ves que a un pequeño aseo de cortesía, por ejemplo, le han metido un vinilo con un diseño interesante en la pared, también han puesto otro en consonancia en el suelo, un simple cambio de espejo, o veces la grifería, o los complementos, una plantita, y et voilà, baño nuevo por dos duros, muchas veces me planteo ¿a qué estoy esperando?
Os he querido dejar, además de estas 4 firmas que me encantan, un esquema hecho por Vinilaroom donde explica claramente cómo colocar los vinilos en la pared. De todas formas, en la web de Motif, también tenéis vídeos tutoriales tanto para poner vinilos en paredes como en muebles, que en algún caso es algo más complicado cuando toman formas curvas, por ejemplo. Ah! En todos ellos encontraréis también otros artículos como pósters, stickers y en Fancyhause, una colección de muebles que me ha sorprendido gratamente (en concreto esta mesa, ¡es una locura!).
Motif
Una recomendación si elegís un papel vinílico para gotelé. Para que se disimule bien la gota, mejor elegir uno con estampado y no liso, los pequeños “bultitos” se perderán en el dibujo, en caso contrario, será más difícil disimularlos.
Lokoloko
Increíble esta cocina, los armarios están forrados con vinilo azul y tanto la encimera como el frente, es vinilo que imita al mármol ¿Cómo te quedas?
Vinilaroom
Este suelo es uno de mis suelos favoritos, se llama Palacio Bahía Marruecos y lo hay en muchos colores.
Fancyhaus
Igual no os lo creéis pero esto es una alfombra que ocupa toda la cocina. No se mueve, se puede fregar, es antibacteriana,… en fin que queda perfecta y sólo hay que comprar y colocar.
Si no te atreves con una pared completa, siempre puedes sustituir tu antigua cenefa de frutas feas ;-) por una más moderna y bonita.