Un piso pequeño tiene sus limitaciones a la hora de plantear una reforma, pero es verdad que si se hace un buen proyecto, se pueden conseguir soluciones sorprendentes. Hoy recorremos una joyita de solo 30 metros cuadrados. Un piso con muchísimas ideas fáciles que podrás copiar.
Inspiradas por el ambiente más juvenil y la vida surfera, las interioristas Esther López Aguilar y Esther Mercé consiguieron un aire mediterráneo inconfundible. Su propietario, un joven sulfero que solo estaba de paso y acabó quedándose para siempre, disfruta de una vivienda pequeñita (sólo tiene 30 metros) pero también muy joven y fresca. Ya veréis cuántas soluciones prácticas nos pueden inspirar...
¿Cómo han optimizado un piso tan pequeño?
Toma nota de sus claves:
Veréis que los muebles aparentan una cosa y se transforman en otra; que muchas piezas son a medida, y que la calidez lo inunda todo gracias a los suelos de inspiración hidráulica y a la mucha madera contrachapada de pino que se ve por todas partes.
Para dividir la zona de estar y la cocina del dormitorio, una preciosa puerta corredera sustituye a un modelo convencional.
Las paredes son blancas. Solo pone el color la madera de los muebles a medida, y algunos detalles decorativos como las sillas en azul petróleo o el puf rojo del salón.
Inventaron muebles de muchos usos. Por ejemplo, fíjate en la zona de comedor. Lo que veis detrás es armario, también librería y a la vez un banco en el que sentarse a comer cómodamente.
Además aunque en esta foto no se aprecia bien en el cajón de arriba queda oculto el split de aire acondicionado. ¡Ohhh, qué sorpresa!
Como en las camas infantiles, aquí aparece un colchón extra dónde menos lo esperas. Justamente debajo del sofá para en un plis plas ofrecer espacio para dormir a las visitas.
Y luego esa cocina en L optimizada hasta el extremo.
Fijaros en la misma madera contrachapada de pino forrando armarios (sin tiradores), y panelando los electrodomésticos ¡Incluso oculta la puerta de acceso al baño completo!
Las estanterías de vidrio (tan ligeras que ni se ven), y un sistema de almacenaje en alto con capacidad para guardar muuuuuuchas cosas. Y si, otra vez aquí vemos la tendencia de usar ladrillos pintados en las cocinas.
Y en el dormitorio, el cabecero (repisa) para apoyar algunas cosas pequeñas, y grandes cajones para guardar debajo esas cosas que no apetece nada tener a la vista. Más paredes de piedra, un escritorio volado que resulta mucho más ligero. Y ¡listo!
Algunos detalles decorativos muy juveniles, como la tabla de surf, las letras XXL y prácticamente ya lo tenemos.
Un concepto distinto a el de aquél piso de soltero que vimos en Valencia, y en versión mucho más mini, pero sobrado de ingenio y buenas prácticas.
No se qué os parecerá a vosotros, pero para mi es una fuente inagotable de ideas chulas y un grito de optimismo para los que piensan que vivir cómodamente en 30 metros no es posible. ¡Si lo es! Y además con estilazo.
*Descubrí estas imágenes de El Mueble en Planete Deco Fr.
Podéis saber más sobre las interioristas si os apetece: Esther López Aguilar y Esther Mercé
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Maribel