1.- Por un lado, y a no ser que seamos un prestigioso interiorista/decorador consagrado, deberíamos huir de mezclar otros estampados para no equivocarnos en la elección. Si además no disponemos de un salón muy grande, con más motivo aún.
2.- ¿Cómo hacemos entonces para que nuestros cojines tenga chispa sin dejar de ser un acierto aseguro? Muy sencillo: combinando texturas, tejidos y acabados.
Importante salir a la "caza y captura" de nuestros cojines con un trocito del papel que nos haya sobrado. Esto hará que no nos guiemos por un "vago recuerdo" de la gama de colores que precisamos.
Además de los tonos obvios, a mí me parece fabuloso introducir en este caso un tono que vaya más allá del color tostado, algo así como un sutil ocre-dorado.
Lino, algodón, terciopelo, raso o lana son algunos de los tejidos que nos vamos a encontrar, muchos de ellos con preciosas texturas que harán que no precisen de ningún estampado adicional para ser perfectos en su sencillez.
Arriesga introduciendo un cojín de ochos que aporatará calidez y un toque rosa o gris azulado que aunque no sean propiamente de la gama combinan a la perfección y como diría Jordi Cruz, introducen mucho rock and roll al conjunto.
Si además puedes llevarte un cojín de tu actual sofá (o al menos una funda vacía) mucho mejor, ¿por qué? Pues porque si nuestro sofá es ya de un tono beige o crudo, necesitaremos que los nuevos textiles contrasten, es decir, si son muy parecidos pero no idénticos puede que uno parezca "sucio" respecto al otro y para ello es mejor buscar tonos más oscuros o claros, o directamente, otros colores.
Todos los modelos seleccionados son de Zara Home, salvo el segundo modelo (con "jaretas") que es de Maison du Monde.
Elegir una alfombra es tan sencillo como complicado. Errores comunes:1.- Una alfombra ocupa normalmente una superficie superior a los 2 m2. ¿Meterías un armario de dos metros de color morado en tu salón? Seguramente no, sin embargo lo haces en forma de alfombra. Y ojo, la primera alfombra de mi salón era fucsia, eso sí, entre paredes blancas, muebles blancos, espacios diáfanos y suelo gris cemento. A todo el mundo le encantaba. Yo al año ya no la podía ni ver.
2.- Alfombras de pelo. Todos hemos caído. Son una tentación porque te imaginas durmiendo sobre ellas delante de una chimenea en una cabaña alpina perdida de la mano de Dios. Nada más lejos de la realidad.
Cuando pasan los años, un ser llamado "tu madre", se reencarna en ti y comienza a sentir repulsión absoluta por todos aquellos materiales que acumulen polvo y ácaros como elefantes. Por mucho que pases la aspiradora, no te fías. Demasiado pelo. Pelo que además recoge los olores de los pies descalzos o la suciedad de los pies calzados. Vives en un sin vivir porque todos los habitantes de tu casa sean limpios y pulcros, casi leviten, no coman ni beban cerca y aún así ¡ni de coña apoyarías tu cara en ella por mucha chimenea que tuvieras en frente!
Eso por no hablar de que pasa el invierno y ya te entran los calores sólo de verla. ¿Vuestra madre también guardaba las alfombras en Abril y las mandaba al tinte hasta Octubre?
¿Cómo solucionamos entonces una alfombra para Bárbara que no reste ni un ápice de protagonismo a su papel pintado, no interfiera en la gama de colores, no acumule polvo cual hormigonera y no sea necesario "retirarla" en verano?
Con alfombras de fibras naturales o "sisal":
Acogedoras y cálidas, cubren la función de no rozar los muebles con el suelo o apoyar los pies sobre una superficie fría en invierno. Fáciles de aspirar, no acumulan polvo e incluso permiten que con cuidadito se les pueda pasar una fregona bien escurridita.
El modelo de las fotos es de Maisons du Monde aunque en casa de La Reina Madre tenemos una idéntico de Ikea (que también compramos en versión mini para el estudio y en versión maxi para la casa familiar en el pueblito bueno).
Si aún así prefieres una alfombra bien mullida y calentita, aunque en junio tengas que guardarla en un armario, mi consejo es que elijas un modelo de lana bien tupida como este de "bolitas":
Como ves el color es similar a la de fibras y encaja a la perfección con la deco tal y como la estamos replanteando. Ojo que estas alfombras, si son buenas, tienen un precio bastante superior a las anteriores.
Si por el contrario no sabes con cuál quedarte, elige "fibras" para el salón y una versión mini para los pies de tu cama o para el cuarto de un futuro bolenito/a.
Por último, en el post de hoy, tenemos que buscar un mueble de tv perfecto. Es decir, algo que no existe.
Si ya de por sí la tele suele ser un elemento "poco decorativo", lo acabamos de rematar, no por nuestra culpa, con un mueble a su imagen y semejanza.
Es triste ver la categoría "muebles para tv" de cualquier tienda que se precie. Por eso yo recomiendo huir de dichos muebles como tal y buscar pequeños aparadores que nos hagan la misma función pero encajen infinitamente mejor con nuestro estilo y nuestro gusto.
Conociendo a Bárbara, sé que un mueble como el que muestro a continuación podría ser el elegido:
Visto en Mimub, es de un estilo clásico pero dulce. De pequeñas dimensiones y con unas formas no tan duras como los típicos muebles al uso.
Sin embargo, yo siento predilección por determinados estilos como el nórdico para este tipo de aparadores. En madera natural, con su patitas en diagonal... ¡y pensar que hace unos años se tiraban a la basura! Muchos de ellos fueron recogidos y restaurados por tiendas de segunda mano, vintage o anticuarios y a día de hoy, se pagan a precio de riñón.
Mirad qué bien quedan con nuestro papel:
Estos dos modelos los he encontrado en Maison du Monde y me han parecido más que razonables en cuanto a su precio. No serán piezas de anticuario pero el estilo está bien conseguido.
Ahora ya es cosa de Bárbara tomar medidas y decisiones al respecto.
Lo que estoy segura es que su nuevo salón será a partir de ahora el centro neurálgico de la casa, de donde grandes, pequeños e invitados ocasionales no querrán salir :)
Aprovecho para deciros que las rebajas suelen ser un buen momento para hacerse con alguna pieza clave que teníamos fichada. Yo ya noto que la edad pesa cuando prefiero comprar un precioso juego de sábanas en Zara Home, que una chaqueta en Zara Woman... ¡Espero no ser la única!
¡Hasta el próximo post DECO!