Os contaba la semana pasada que andaba preparando una decoracion DIY para colocar en una pared que tenía un poco sosa. Así, se me ocurrió que con unos salvamanteles de fibras naturales y un poquito de pintura podía hacer un mural con aires étnico que rompiera la monotonía. Como siempre, os enseño el resultado final y luego os cuento la historia y el proceso!
Decoracion DIY para pared con un puntito étnico o boho en el recibidor
Ya os enseñé este recibidor en otro post, que es un espacio robado al dormitorio, porque una de las puertas de acceso a la casa da directamente a la habitación principal. Por aquel entonces la pared de la derecha no tenía ningún adorno ni complemento.
Pero, por un lado, empecé a pensar en un rincón para dejar los bolsos, que terminaba dejándolos en la silla, y por otro en meterle un poco de color, en línea con esa puerta de acceso que pinté en azul. El colgador de bolsos lo compré en el mercadillo de El Taller del Abuelo en El Escorial estas Navidades, hecho por las manitas mágicas de Julia de Aún Así Decoración. ¡Me iba como anillo al dedo!
Y ahora sí, os cuento cómo he hecho el mural DIY, bien sencillote, por si os animáis a repetirlo. Los materiales: salvamanteles de fibras naturales de varios tamaños (los que más os gusten, estos son de Sostene Grene), pintura acrílica de colores, cinta de carrocero y pinceles. Yo he aprovechado para estrenar por fin mi cinta Washi de Miarco y mi brocha para detalles de Nespoli que me regalaron en el taller para bloggers organizado por grupo PYMA en Noviembre, que aún no había tenido oportunidad, y de paso os hago de tester.
Paso 1: colocar la cinta de carrocero
Lo primero es preparar los salvamanteles con la cinta de carrocero para que los distintos diseños queden bien dubujados. Aquí es donde veo que merece la pena que sea una cinta Washi buena como esta de Miarco, porque al ser un material irregular, la cinta de carrocero convencional no me pegaba bien y se podía colar la pintura y quedarnos una chapucilla. Y conste en acta que nadie me paga por decir esto, ¿eh? Pero al César lo que es del César.
Paso 2: pintar con pintura acrílica
Después de preparar los salvamanteles, los pintamos. Yo he usado unas pinturas acrílicas que tenía en casa, con diferentes tonos de azul, un blanco y un rosa neón para hacer algún detalle que rompa la monotonía. Y como véis en la foto, he reutilizado un envase de mini roscos de vino de Navidad para usarlo como paleta… ¡Que ya no encuentro hueveras de plástico! jajaja.
Me ha venido genial la brocha para detalles de Nespoli, que se usa como si fuera un lápiz, por lo que es muy manejable. Pero la parte que me ha parecido más impresionante de estas brochas es que al tener las cerdas tratadas, se limpian muy fácilmente y se ha quedado como nueva (no así los otros pinceles que usé que están del color de sus respectivas pinturas). ¡Ay, cuánto tiempo se puede ahorrar cuando la pintura sale a la primeraaaaa! Y no, tampoco me pagan nada por decir mi opinión, jajaja
He aplicado poca pintura, y sin insistir en que se impregnase todo para darle un acabado más rústico e irregular, pero por supuesto tú decides! Una vez pintadas todas, podemos jugar con ellas para ver qué composición nos convence más, y luego se puede fijar directamente en la pared. Pero yo para que no se mueva, he decidido coser las piezas entre sí, con una aguja gorda y un poco de hilo azul clarito. No hace falta mucha maña, es simplemente para que queden unidas.
¡Y con eso ya tenemos la decoracion DIY con salvamanteles lista para colocarla en la pared! ¿Qué os parece el resultado final?
¿Os gusta cómo queda en su rincón de recibidor de casa?
A mi me da la sensación de un aspecto étnico o boho, ¿tú que opinas?
Este post participa en el reto mensual de facilisimo Decoracion DIY.
Fuente: este post proviene de Furnit-u, donde puedes consultar el contenido original.
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