Tendemos a encasillar los espacios según las sensaciones, los colores, los materiales y las piezas. Solemos juzgar muchas veces como se hace con las personas, tan solo a primera vista, dejándonos asomar un poquito en la casa del vecino cuando le pedimos la sal.
Y es que acaso, ¿no habéis pensado nunca en una decoración mas femenina, sencillamente porque lleve toques pastel, por que lleve texturas y color?
Hoy lejos de quedarnos a la puerta, vamos sin embargo a colarnos mas allá de la entrada de esta casa, para realmente ver si esa feminidad la conseguimos con colores delicados, toques apastelados, o sin embargo jugando a decorar con mucha luz, blanco y algún toque de volumen y textura.
Este piso se nos muestra como un ejemplo de orden, estilo y combinación, donde lejos de parecer frío, ha conseguido combinar en pequeñas pinceladas el aire mas elegante que nos pueden aportar piezas como un aparador negro, laminas y espejos, o sencillamente una combinación de textiles sobre el sofá que van mas allá de los colores lisos, sino que nos habla de textiles como el lino que con sus imperfecciones lo hacen delicado.
Un espacio admirable en muchos casos, frío y desangelado en otros tantos como en el salón, (o al menos para mi) donde parece que el eco, el espacio y la amplitud, no conjugan demasiado bien, si es que de verdad esta fuera una casa verdaderamente vivida. (y lo digo yo…que mi casa aun por la ausencia de muebles retumba como una galería de arte vacía)
Yo en cualquier caso, me quedo con el dormitorio y su zona de trabajo, que me recuerda un poco a los dormitorios mas juveniles anexando ese escritorio tan amplio a la zona de descanso, y donde algunas piezas y detalles sobre las mesillas lo hacen francamente espectacular.
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