Varios de los DIY que he ido haciendo últimamente estaban destinados a un
espacio de mi salón en el que tenía pensado montar una composición de
inspiración botánica con cuadros y espejos, a la que he añadido además
alguna pieza anterior como la cornamenta que monté sobre pasta de modelar.
Este es el resultado que con toda seguridad no será el definitivo porque,
como sabéis, me gusta ir cambiando o renovando el aspecto de mi casa.
Recordaréis el espejo sol realizado con envase de pizza, el cuadro para
flor prensada con fondo transparente o los marcos portafotos a los
que di un nuevo uso para exponer flores secas.
El cuadro que he dejado apoyado en la consola muestra un trozo de papel
pintado para pared procedente de un abandonado palacio afrancesado de la
segunda mitad del siglo XIX que el ministro español Moret construyó en La
Vega, una gran finca situada en mi pueblo de la que unos tíos míos eran
guardeses y en el que hemos jugado de pequeños muchas veces.
Hace unos años volvimos a visitarlo y nos sorprendimos redescubriendo sus
maravillosos techos y paredes pintados o empapelados. Mi hermana cogió
algunos restos de papel que había tirados por el suelo, los limpió y enmarcó,
regalándome a mí el que veis en la fotografía de arriba.
Muchas veces he soñado en adquirir este palacete, restaurarlo y convertirlo
en un maravilloso Bed & Breakfast, un sueño que casi con seguridad no
realizaré pero es una auténtica pena que construcciones tan maravillosas
acaben perdiéndose.
Lo que sí haré será volver al palacete con la cámara y fotografiarlo para
compartirlo con vosotros y que, al menos, queden documentados sus
preciosos espacios.
Una lámina enmarcada de la colección de tucanes del John Gould, el más
afamado naturalista y ornitólogo inglés del siglo XIX, completa esta pared.
En la otra pared de este rincón de mi salón he colgado una de las fotografías de
autor que he ido adquiriendo últimamente y dos clipboard.
Ya he plantado en maceta la Monstera deliciosa que como veis luce preciosa y
espero que agarre y se desarrolle bien.
A Javier le encantó el nuevo rincón, sobre todo el cambio de aspecto que le dí a
la cornamenta al pintar la base en negro, pues fue él quien me trajo hace unos
años estos cuernos encontrados en el monte y procedentes de un desmogue o
cambio natural de cornamenta.
Pensó que sería una buena idea utilizar la base para poner un mensaje con tiza
y al descubrir que le estaba fotografiando cuando lo hacía se puso hacer
monadas muy acorde con el entorno ;-)
Yo seguí fotografiando y salió la siguiente imagen que me encanta: ha
captado la curva del movimiento en una impresión casi transparente
sobre el fondo estático.
¿Qué os parece mi nuevo rincón de inspiración botánica y tropical?