Tom Dixon
Hace unos años, la revista Habitania realizó una entrevista a Tom Dixon, una figura clave en el diseño con una carrera más que asentada, firme y prolífica. Y además, autodidacta. Por aquel entonces yo ni siquiera me planteaba escribir por aquí, sobre casas, pero guardé esa publicación. Quizá fue un pálpito. O no.
Entre nosotros, si lo hice fue porque descubrí a un Dixon interesado por las casas reales y defensor a ultranza del eclecticismo, un estilo que tal y como define él mismo, traza el retrato de lo que vas siendo. El diseñador hablaba de la decoración con sinceridad y se manifestaba en contra de utilizar las casas como máscaras. Por si fuera poco, terminó conquistándome cuando comparó una casa con el traje de una familia. Pues en efecto: no hay una metáfora que lo explique mejor.
Así que despiértate y vístete con tu casa, no te quedes sin saber que ponerte. Y que sea un traje hecho a medida de tus días, de tus noches, de tu vida. Un traje con aciertos y errores. Un traje que mezcla pasado, presente y futuro. Un traje de todos los que viven dentro y de los que pasan por ella una o mil veces. Con bolsillos, para ir guardando todo lo que no te cabe en las manos. Un traje cosido y descosido hasta convertirse en tu segunda piel. Y sobre todo, un traje que no sea un disfraz, que no esconda tu esencia.
Hoy, desde una casa con muchas señales de vida, escaneada por Jonas Ingerstedt, fotógrafo especializado en interiores con más de 30 años de experiencia. La luz y la naturalidad firman todos sus reportajes. Ha trabajado para publicaciones internacionales de gran prestigio como Elle Deco o Residence. Feliz martes,
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