Hoy en día, en lo que a decoración se refiere, no es raro que al buscar un estilo para nuestro hogar nos dejemos llevar por las tendencias del momento y que nos conformemos con los “cuatro elementos básicos” que lo definen. Pero cada vez somos más los que buscamos darle a nuestro hogar ese toque que lo hace nuestro.
Quien me conoce, sabe mi pasión por el mundo del DIY y lo HandMade, me encanta dejar parte de mí en cualquier rincón y sentirme identificada con los elementos que componen mi hogar.
Cuando el equipo de Conforama me propuso el reto de transformar uno de sus productos, me pareció una idea súper atractiva, ya que normalmente se suele dar una nueva vida a muebles y objetos viejos o que ya no usamos. Pero, ¿cómo hacer que algo nuevo que ya es bonito de por sí se convierta en una pieza única?
El DIY para dar un toque personal a tu casa
Elegí una mesita de noche, el modelo ZENDA. Este modelo tiene un estilo muy definido, líneas francesas con aire romántico, nada que ver con el estilo de mi dormitorio.
La recogí en uno de los almacenes Conforama, allí esperaba una chica con una gran sonrisa y una caja muy bien embalada lista para irse a su nuevo hogar. Aprovechamos el viaje y pasamos por una tienda de bricolaje para ultimar los últimos materiales necesarios. ¡Empezamos con el cambio!
Necesitamos:
Destornillador
Cinta
Brocha
Pintura, yo elegí Chalk Paint
Pintura en spray
Paso 1: ¡Limpiamos!
Quitamos los tiradores, hacemos una marca con la cinta a la altura de las patas y preparamos la zona de trabajo.
Paso 2: ¡Pintamos!
Empezamos mezclando la pintura, elegí los colores amarillo mostaza y piedra suave. He preferido rebajar el mostaza para quitarle un poco de intensidad y crear un amarillo antiguo o roto.
Le damos la primera capa con la brocha, primero cubriendo las zonas más complicadas y después las partes más lisas. Es importante hacerlo siempre hacia la misma dirección y con una brocha para llegar a todas las zonas con relieve y dibujo, con el rodillo sería imposible llegar a según a qué zonas.
Dejamos secar el tiempo estipulado por el fabricante y damos la segunda capa de la misma forma, invirtiendo la dirección de la brocha.
Paso 3: Colocamos los tiradores
Colocamos los tiradores en un lugar donde podamos pintarlos y les damos una única capa de pintura en spray. Los cambiamos de color metal oscuro a un brillante dorado, tan en tendencia ahora.
Paso 4: Lijamos las patas
Le devolveremos su tono original. Con ayuda de una lija, les vamos quitando la capa de color blanco que llevan. Con paciencia, cuidado y mimo vamos poco a poco recuperando el color de la madera. Una vez bien seco, montamos y limpiamos restos que puedan quedar de polvo.
Solo nos quedaría admirar nuestra obra, para ver como ha pasado de ser una bonita mesa a una que está totalmente personalizada y especial. Invirtiendo un poco de tiempo y cariño queda integrada totalmente en el dormitorio, aportándole personalidad y donde no pasará desapercibida, siempre haciéndome recordar esta bonita experiencia.
¡Aquí tenéis el resultado final! Espero que os guste y que este artículo os anime a probar vuestro propio DIY.