¡Hola! llevabais tiempo pidiéndome ver el antes y después, en condiciones, de nuestra cocina y por fin… ¡hoy os la “presento”!, aunque los que me seguís en Instagram ya la conocéis ;)
Me hubiese gustado tener todo lo que tengo en mente (la mesa, un espejo encima del fregadero…) pero visto que seguimos igual que cuando terminamos el año pasado he pensado que no podía esperar más jejeje.
Para los que venís nuevos, os hago un pequeño resumen: hace unos dos años empezamos con la reforma de nuestra casa y os fui contando todo el proceso a través del blog (aquí están todos los post). Para que os hagáis una idea del estado en la que estaba aquí y aquí lo podéis ver.
Antes de empezar tuvimos varios meses de mucho trabajo; medir, hacer planos, estudiar cuales eran nuestras necesidades, buscar ideas…y luego la parte más engorrosa; pedir y pedir presupuestos. Pero no os voy a contar más de historias de obras porque si no no terminaríamos nunca jajaja.
Volvemos a la cocina…
La cocina de la antigua vivienda estaba situada al lado del patio y tenía una chimenea. Al principio una de las ideas era llevarla a la otra parte de la casa y dejar esa zona como comedor para aprovechar el hueco de la chimenea.
Pero, una vez hecha la lista de cosas “buenas y malas”, pensamos que la mejor opción era dejarla donde estaba porque queríamos tener mucha luz en ella y que tuviese un acceso al patio. El tema chimenea lo descartamos porque sabíamos que no la utilizaríamos apenas y necesitábamos espacio para almacenaje.
Una de las cosas que tuvimos claras desde el principio era que los muebles serían de color blanco y también que tuviese una pared de ladrillo visto….¡Y este es el resultado!.
Fotos by Ana Pla – interiorismo y decoración
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