Tipos de suelo vinílico
Los suelos vinílicos tienen una amplia gama de tipos y estilos para que, sin duda, encuentres el que estás buscando para rematar la decoración de cualquier estancia de tu hogar u oficina. También puedes encontrar multitud de marcas en el mercado como Jumisa, con un amplio catálogo.
Por su formato pueden ser baldosas o rollos. Por su fabricación, homogéneos o con incrustaciones. El más común está compuesto por capas. La más importante es la de desgaste. La más exterior. De su calidad depende la duración del suelo y la apariencia de este a lo largo del tiempo. Por ello y de menos a más calidad, cuando nos hablen de suelos vinílicos de capas deberemos elegir: vinilo sin cera, de capa de desgaste en Uretano y de capa de Uretano mejorado.
Ventajas de los suelos vinílicos
Este tipo de suelos están pensados como alternativa más que ventajosa a la madera natural, los suelos vinílicos ofrecen un sinfín de texturas y acabados para que puedas elegir el que más te guste y pegue con tu estilo. Para decorar cualquier estancia de la casa existen diseños, colores y tipos de acabado que no dejarán opción a que no encuentres el tuyo. Cada vez más, los acabados son, si cabe, más realistas. Con lo que no tendrás que sufrir por si imita a madera, pero no lo parece.
Algunas de las ventajas más evidentes de este tipo de suelos son:
Instalación sencilla. No solo es fácil, es que también es económica. Ya que ni siquiera necesitas quitar el suelo ya instalado. Se coloca directamente encima.
Confortables y cálidos. Son suelos mucho más cálidos que la madera o la baldosa comunes. Ayuda el hecho de que sean aislantes térmicos y acústicos.
Resistentes al paso del tiempo. Por su puesto, este aspecto, unido al precio y a la fácil limpieza, conforma el tridente del porqué para elegir este tipo de suelos. Y es que pasará mucho tiempo antes de que puedas ver desperfectos en su mantenimiento.
Resistentes al agua. Esto lo hace ideales para zonas como los baños o la cocina. Más propensos a acumular humedad y que se puedan caer líquidos.
De limpieza y mantenimiento sencillísimos. Desde luego, este es un punto que destaca entre los demás a la par que el precio. Son suelos ideales para el uso diario y de trote. Simplemente barriendo y fregándolos de modo normal estarán perfectos durante mucho tiempo.
Higiénicos. Por todo ello, no acumulan la misma suciedad que otro tipo de suelos. Los suelos vinílicos se guardan menos bacterias.
Con todas las pistas que os hemos ido dando, ya podéis elegir la opción que más os guste, comprobarás que, como os decíamos al principio de este artículo, el suelo vinílico es tu mejor opción.