Tipos de nórdicos
El edredón nórdico puede ser la ropa de cama que más calor proporciona. Evita que entre el frío en las noches de invierno, y existen varios tipos:
Por composición:
Un edredón puede ser sintético o tener un relleno natural. Los sintéticos, como su nombre indica, están fabricados con tejidos sintéticos, como poliéster y microfibra. Ambos son componentes hipoalergénicos, y pueden llegar a imitar muy bien los rellenos naturales, que están formados por rellenos de pluma o plumón. Estos materiales naturales aislan mejor del frío que los sintéticos, pero hay que limpiarlos bien, puesto que pueden provocar algunas alergias a las personas más sensibles.
Por gramaje:
No debemos caer en el error de confundir el gramaje con la calidad, puesto que no son sinónimos. El gramaje de un edredón nórdico mide la capacidad calorífica del mismo. A mayor gramaje, mayor calor genera. Por eso, para elegir uno, debes tener en cuenta si eres más o menos friolero, y si en la zona en la que vives hace mucho frío o, por el contrario, debes elegir un nórdico con un gramaje menor.
Por tipo de confección:
No es la forma más habitual de elegir un edredón, pero nuestra recomendación es que observéis cómo está cosido. Si observáis que está compuesto por cuadrados grandes con relleno, querrá decir que tiene cámaras de aire y cada una de ellas aisla del frío. Será un edredón de buena calidad.
Las fundas nórdicas
Para proteger nuestro edredón, lo mejor es utilizar una funda. Además, debemos tener en cuenta que, como ropa de cama, debe combinar con el resto de la habitación. Para escogerlas, debemos elegir fundamentalmente el tamaño de nuestra cama y, por supuesto, de nuestro nórdico. Existen 3 grandes grupos de medidas de funda nórdicas:
De matrimonio. Las medidas más comunes son de 120, 135, 150 y hasta 160 centímetros de ancho.
Para camas individuales, normalmente de 90.
Camas infantiles o cunas.
Te recomendamos que compruebes el tamaño de tu edredón nórdico, puesto que, en ocasiones, optamos por elegirlo más grande para sentirnos más arropados. Asegúrate de que el tamaño de tu funda es el adecuado, o no entrará. Por último, puedes elegir también que se ajuste al relleno, o aquellas que cuelgan por los laterales, en función de tus propios gustos.
En cuanto a los materiales de nuestra funda nórdica, te recomendamos aquellos que sean agradables al tacto y que sean lo más naturales posible, para evitar problemas de alergias. El algodón sigue siendo el rey de la ropa de cama. La ventaja de estos cubrecamas frente a otros tipos es que podemos ir variando su relleno y optar por un gramaje inferior para meses en los que ya no haga tanto frío. Por eso, son modelos idóneos para todo el año.