El color verde vivo nos sirve para introducir la naturaleza en el hogar y están asociados a la primavera, la naturaleza, la vida y la energía. En este salón, el sofá y la pared de fondo del comedor moldurada, tienen como eje el color verde. El resultado es un ambiente con un color agradable a la vista y lleno de luminosidad.
La zona social se encuentra comunicada de forma que la isla de la cocina se adentra en la zona de sofá y a través de un mueble de tv se comunica con el comedor. De esta manera, el apartamento parece mucho más grande. En este caso en mejor apelar a una paleta sencilla, es decir, combinar menos de tres colores, que uno sea fuerte y el otro o los otros dos claros para generar dimensiones y profundidades. Una solución lineal en dos bandas permite aprovechar cada centímetro disponible gracias, entre otras cosas, a una composición dotada con el mobiliario suficiente para ofrecer tanto un espacio de trabajo apropiado, como las soluciones de almacenamiento necesarias para garantizar el orden.
Cierto eclecticismo recorre el área destinada al comedor y es que, junto a elementos que clásicos como las molduras de pared, como las lámparas suspendidas que señalan el lugar elegido para deleitar a los paladares más exigentes, encontramos iconos del estilo nórdico la mesa y las sillas. El resultado es un espacio funcional y estéticamente atractivo que completa una sala llena de encanto y matices modernistas.
En el dormitorio principal vemos que el azul, crea contraste y profundidad, y las piezas del mobiliario constituyen una parte interesante de su atractivo, así como los accesorios decorativos.
Un proyecto ideal para un espacio de pequeñas dimensiones donde se sacan hasta ¡3 dormitorios!.
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