En el Feng Shui, la entrada es la estancia más importante de la casa, ya que es por donde entra el Chi o flujo vital de energía, a la vivienda. Lo ideal es que pueda entrar en casa con suavidad y desplegarse de manera fluida. Como contamos con pocos metros, lo mejor es integrar la estancia.
Es importante la ubicación de los espejos, hay que evitar que el espejo quede delante de la puerta, ya que la energía en vez de entrar en casa, saldría rebotada hacia el exterior. Se puede entonces colocar como en este caso, en un lateral.
Menos es más. Es básico desaturar el recibidor, ya que en caso contrario la energía chocará con los obstáculos y no se expandirá por toda la casa. Por ello, hay que elegir pocas piezas pero prácticas.
Conviene equilibrar las aristas y exceso de líneas rectas con elementos más fluidos, como una alfombra redonda, una planta... En este salón las líneas rectas del sofá se han equilibrado con las mesitas de centro, el puff o el sillón, todos de líneas redondas. Un consejo: los cuadros o fotos, son una manera de dar equilibrio al conjunto y evitar que la energía fluya solo por abajo.
En el comedor, lo mejor es escoger una mesa redonda, que además aportará ligereza visual al espacio y hará que la energía fluya alrededor.
En la cocina, la máxima es equilibrio y orden. E color blanco será tu gran aliado, ayudará a aligerar el peso visual de los armarios. Puede compensarse la frialdad de los muebles con colores cálidos en los textiles.
El dormitorio debe favorecer el descanso y para ello es básico potenciar el yin, ya que es la energía que denota tranquilidad y sosiego: colores suaves, relajantes y neutros.
Hay que evitar el ruido, ya sea el energético generado por el televisor o el móvil, como el derivado de un exceso de objetos a la vista que generen desorden visual. Hay que optar por armarios cerrados y no por grandes estanterías abiertas.
Es importante también la ubicación de la cama, tiene que quedar alineada con la puerta, de manera que la energía al entrar en la habitación se despliegue por la estancia.
De igual manera, hay que fomentar el relax, no solo quitando del dormitorio los equipos electrónicos/informáticos, hay que invitar al relax. Para ello podemos contar con cestos, cajas, armarios y demás donde guardar juguetes y despejar el espacio.
En espacios reducidos, una opción habitual en los dormitorios son las literas. Para que la energía sea positiva, conviene que los dos niños duerman con la cabeza en la misma dirección. Lo mismo ocurre si las camas están en línea o en paralelo.
En habitaciones pequeñas lo habitual es colonizar las paredes con soluciones de almacenaje. De ser así, conviene ponerlas a los pies de la cama y evitar que estén sobre la cabeza de la cama, para que los flujos de energía sean los adecuados y el descanso sea reparador.
El baño debe ser acogedor y estar bien ventilado, que no haya fugas de agua y que esté en orden y limpio.
Como ves, no por tener un piso pequeño debes renunciar a aplicar los principios del Feng Shui en tu mini casa.
En el próximo post... Inspiración de estilo nórdico en 47 m2
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