Este mes me ha tocado recibir Gerberas, una flor que siempre me ha parecido preciosa y llena de luz. Por eso he decidido fotografiarla en un fondo negro, para hacer destacar aún más sus colores y sus pétalos aterciopelados.
La gerbera es una flor oriunda de África, muy codiciada por su amplia gama de tonalidades, como el rojo, el amarillo y el intenso naranja que compone este ramo. Similar a una margarita gigante, la gerbera se utiliza tanto como planta de jardín como flor de corte, e incluso, se emplea como pomada contra dolores musculares.
Aunque las gerberas son muy duraderas, lo cierto es que sus pétalos son frágiles, por lo que hay que poner particular cuidado a la hora de manipular un ramo de estas características. Cuanto menos las toquemos, mejor.
Cuidados de las Gerberas:
Resulta esencial colocar el regalo en un florero bien limpio, con suficiente agua, pero nunca a rebosar.
Algunas pocas gotas de cloro darán mayor vitalidad y firmeza a los tallos de la gerbera, que habrá que recortar cada dos o tres días.
Muy importante es situar el jarrón donde pueda recibir los rayos del sol, aunque evitando una incidencia directa, y sobre todo, resguardarlo del frío exterior o las corrientes de aire.
Las gerberas son del tipo de flores que tienen un gran impacto en decoración y siempre se asocian a ambientes alegres y juveniles. Aunque perfectamente sirven para añadir un punto de color a espacios más neutros.
En su variedad de tonalidades pueden combinarse para romper con la monotonía de un espacio o para añadir un punto de originalidad. También son perfectas para componer centros de mesa alegres y festivos.
Como ya sabéis, podéis adquirir este espectacular ramo en Regalarflores.net y con vuestra dedicatoria, bien en la tradicional tarjeta, o bien en formatos más originales, como vídeos, audios o imágenes vuestras. ¡Es un regalo inolvidable!
Fotos: Isabel Escauriaza para Ebom
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