Es inevitable pensar en la playa cuando hablamos de ellas. Son muy cómodas porque no pesan tanto como una toalla, secan rapidísimo y las podemos usar también a modo de pareo. Quizás esta sea su principal función, pero no la única. La primera vez que compré una en el mercadillo de Saint Remy, el vendedor insistía en todas las utilidades que se le podía dar a este simple trozo de tela. Y no le faltaba razón…
Después de aquello comencé a fijarme bien y a verlas por todas partes. Y es cuando comprendí que no sólo podíamos usarlas en la playa, sino que también eran unas estupendas toallas de baño en verano, quedaban genial encima de la cama y por qué no como mantel. Yo las he utilizado mucho para hacer picnic y reconozco que empiezan a ser un poco adictivas. Las veo bien encima de un sillón en el salón y hasta para la habitación de los niños! Las claves son: elegir el tamaño y color adecuados. Ah! Y usarlas sólo en verano, porque siempre tendrán ese toque playero.
Así que si todavía no habéis caído en esta tendencia veraniega, no lo dudéis! Seguro que se os ocurren infinidad de maneras de reutilizarlas! Y si queréis seguirnos día a día en nuestras andanzas provenzales, ya sabéis que podéis encontrarnos en nuestro blog Un bon moment.
BONNE JOURNÉE!
Fotos: 1 2 3/4 5/6 7/8 9/10 11/12 13
Cristina Alfaro es autora del blog Un bon moment. Es una apasionada de la decoración, la creatividad, la fotografía y el vintage.
The post Petit à petit: foutas, un must en verano appeared first on Ebom.