Atmosfera Zen: La luz del día fluye desde las ventanas altas de la sala de estar. Así crearon armonía en el hogar. Tu hogar debe ser tu retiro, el espacio en el que olvidas todo, donde enseguida te pones de buen humor y te sientes relajado y tranquilo.
Ese al menos era el objetivo que se propusieron los dueños de la casa que os dejo hoy: Katrine y Jacob cuando la renovaron. ¿La vemos completa?
El sofá de la imagen es un modelo antiguo de Bolia y la mesa del periódico es un hallazgo de barrio reutilizada y restaurada con pintura negra.
La casa es una villa principal de mampostería de la década de 1900 en St. Røttinge en Dinamarca. En ella Katrine y Jacob supieron ver la casa de sus sueños en su fachada de ladrillo, aunque por un momento cuando vieron el interior, el sueño casi se detuvo. Originalmente era una ruina, con un caos de paredes y suelos de linóleo coloridos. Un linóleo que en realidad ocultaba un hermoso suelo de tablones de madera original de cuando se construyó la casa.
Se han decorado las habitaciones al estilo del marco de la casa, manteniendo todos los detalles originales de la casa en cocina y sala de estar, mezclandolos con muebles contemporáneos cuidadosamente seleccionados. Lo colores de las paredes se fueron con un montón de pintura blanca en paredes y al techo.
El ambiente relajante y zen continúa también en el dormitorio. La escalera negra, alfombra rosa de la cama y el mosaico del suelo son de Broste. Si os fijáis los textiles, y la escalera aportan fuerza al espacio.
La luminosa cocina es una extensión de la sala de estar que cuenta con un área de comedor familiar. Decidieron mantener la cocina y el baño como eran originalmente, aunque con muebles modernos cuidadosamente seleccionados, han creado grandes contrastes.
Utilizan un nexo de unión en todo: El frente de cocina o la sillita infantil, se renuevan también con una capa de pintura negra ¡No hay necesidad de ponerlo todo nuevo! También pintan los suelos y aplican contrastes en blanco y negro.
Este nexo continúa en el salón y en la salita del jardín con muebles de mimbre - como el puff de IKEA perfecto para sentarse junto a la chimenea - y los mencionados contrastes en blanco y negro, que unidos a pequeños recuerdos de viajes, crean un buen ambiente en el hogar.
La casa tiene muchísima luz, y el que todo sea un único espacio ayuda: La sala de estar, el comedor y la sala del jardín están uno al lado del otro.
Este diván se encontraba en la casa antes de que fuera remodelada, ha sido un flechazo nada más verlo: Se nota que tengo debilidad por los objetos restaurados.
Se encuentra en una salita del jardín, y es perfecto para sentarse con un libro y una taza de té. Un sofá-cama al que se le cambió el colchón, actualizaron los textiles y el resultado no es otro que un rincón acogedor y sereno.
Imágenes vía: Pernille Kaalund for kk living
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