Se trata de una decoración muy sencilla en la que cada pieza se ha seleccionado con mucho cuidado. El resultado es toda una clase sobre el poder de los detalles. Y del menos es más.
El poder de los detalles
En esta ocasión además, los detalles están elegidos en una gama de tonos naturales, que siguen siendo cada vez más tendencia. Y todo ello sobre un fondo neutro en gris y blanco.
Fíjate por ejemplo en la cocina, abierta al salón:
Se trata de una cocina de líneas rectas y simples, que combina dos tonos de gris en suelo y armarios con el blanco en la pared y mesa. Las encargadas de poner la nota cálida son las sillas y la alfombra. Pero también la lámpara elegida juega un papel importante. Como decoración un lienzo en los mismos tonos fríos de la cocina y una ramas de algodón que aportan el punto natural.
La misma idea de jugar con el blanco y el gris es la que te vas a encontrar en el frontal de la cocina. Y una vez más, la nota cálida la aportan los detalles.
Mira ahora el salón, una prolongación de la cocina:
Nuevamente te encuentras con tonos naturales dando calidez al conjunto y una lámpara con mucho protagonismo.
Y claro, esto mismo se traslada al dormitorio:
Y por último, fíjate también cómo se han mantenido los tonos neutros en el baño. Y cómo la calidez de la que estamos hablando desde el principio es cuestión de un único detalle: un ramo de plumeros (y unas pastillas de jabón del color adecuado).
Imágenes
Me ha gustado mucho esta decoración tan sencilla, actual, cálida y lowcost. Y además, tan fácil de modificar dependiendo de modas y tendencias. Bonita, ¿verdad?
¡Feliz día!
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