Si queréis conseguir un ambiente alegre y colorido a la hora de decorar la habitación infantil, una de las formas más sencillas de lograrlo es comenzar inspirándose por la ropa de cama. Escoged o comprad las fundas o las colchas basadas en los colores que más os gusten o con los que el niño se sienta cómodo.
De entre esos tonos textiles podéis determinar el color de la pared y después los demás colores para los accesorios. Empezad a construir vuestro esquema de color a partir de sus motivos tomando nota en un cuaderno, por ejemplo, para posibles tonalidades de mueble auxiliar, alfombra, marcos, cojines y otros detalles.
Cuidado con los excesos
Es posible que encontréis multitud de ideas para escoger el color de las habitaciones infantiles pero, desde luego, no es necesario colorearlo absolutamente todo.
Para asegurarnos de que la habitación continúa siendo un cuarto agradable a la vista, emplearemos los blancos, sobre todo en las cortinas, que serán de telas finas y ondulantes, como gasas o batistas.
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