Podéis mezclar varios tonos de verde, desde verde pistacho pasando por esmeralda o verde montaña. De este modo obtendréis un esquema informal que, combinado con texturas y estampados geométricos en telas os aportará un ambiente limpio y claro.
Naturaleza y claridad
En una habitación cuyo color predominante sea el azul, o con bastante luz natural, los verdes en tonalidades suaves aportan relajación y suavidad matizando la luz. La luz natural tamizada con cortinas en tonos o estampados verdes también evocan la luz que se filtra a través de los árboles.
El verde hierba combinado con la gama neutra, es decir, blancos, beiges, lino, nos ofrece una sensación fresca y audaz. La combinación de verde hierba y azules acuáticos será perfecta para que en la habitación infantil luzca el verano durante todo el año.
El esquema de color verde en la habitación infantil
Si os apetece un espacio más brillante y alegre, probad a combinar el verde bosque con amarillos intensos, marrones tierra y anaranjados. Obtendréis la alegre paleta de un jardín en primavera.
Para una primavera un poquito más romántica, contrastad los complementos y la ropa de cama con tonos blancos y acentos en rosas y verdes pastel. Un espacio para dormir con mucha tranquilidad.
Pero si vuestro color favorito, o el de los niños, es sin lugar a dudas el verde, apostad por utilizarlo en toda la pared. Pero recordad: los colores intensos siempre se verán más oscuros en las paredes. Por este motivo deberíais poner cuidado en escoger un tono más claro que el que os guste en el muestrario de color.
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