A la hora de escoger la combinación de colores para pintar o empapelar las paredes de la habitación infantil existe un importante factor que no debería pasarse por alto: se trata de la luz natural.
En efecto, la luz natural es un elemento más que debería formar parte del proyecto total de interiorismo y decoración.
Es significativo cómo la luz contrarresta y enfatiza los efectos de los colores en la vivienda.
Podemos apreciar como, por ejemplo, en habitaciones orientadas al Norte, los colores oscuros crean un efecto dramático o teatral, dando una mayor sensación de intimidad. En este mismo caso, la utilización de colores pastel en gamas anaranjadas y amarillas contribuyen a crear un efecto más cálido.
Por contra, en habitaciones orientadas al Sur, la regla general sería evitar este mismo tipo de colores brillantes en exceso, ya que tendríamos una sensación abrumadora. Por este motivo los colores neutros y oscuros casi siempre dan mejores resultados.
En las habitaciones orientadas a Este, el cambio de luz es más acusado a lo largo del día, por eso es algo más complicado escoger las tonalidades.
Lo ideal sería utilizar las habitaciones orientadas al Este por las mañanas y por la tarde - noche las orientadas al Oeste. En estas últimas, los colores cálidos nos ofrecen una agradable sensación de relajación.
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