Hoy quiero hablaros de las alfombras de lana artesanales, cuando incorporan materiales de calidad y están bien hechas aportan un plus de estilo a cualquier estancia del hogar, convirtiéndola en una mucho más acogedora y trendy. Además de esa sensación tan agradable que se siente al pisarlas con los pies descalzos, si nunca lo habéis probado, os lo recomiendo!!!
Conocéis mi pasión por la decoración y hace un tiempo descubrí la firma Shuki, que se dedica a la fabricación de alfombras artesanales que llegan a tu hogar directamente desde las manos del artesano. Pero es que además son preciosas y de la mejor calidad. Yo me enamoré de su producto y filosofía y tuve que hacerme con una, os cuento más detalles.
Shuki preserva tradiciones ancestrales en la elaboración de alfombras y trata a los artesanos con dignidad y respeto. Esto significa que no se usa maquinaria para la creación de ningún producto y que los artesanos, repartidos por todo el mundo (India, Marruecos, Nepal y Turquía), son pagados con sueldos justos por su trabajo. De hecho, cada alfombra tiene un nombre que es el de la persona que la ha hecho, ¿no os parece genial?
Además de todo esto, también cuidan los materiales: no tóxicos y libres de alérgenos, como la lana pura. Muchas empresas venden alfombras Beni Ouarain con un 50% menos de nudos. Sus costes de producción son más bajos porque estas empresas utilizan solo la mitad de la lana, un hecho que se nota en el resultado final.
Otro punto por el que me gusta es por su precio. A pesar de su calidad y su ética, sus costes son muy ajustados. De hecho, en Shuki puedes conseguir una alfombra de esta característica por un precio hasta un sesenta por ciento más barato que en otros lugares porque no tienen intermediarios, almacenes ni tiendas físicas y comienzan a fabricar tu alfombra en el momento en que realizas el pedido.
Os dejo con varias fotos de la mía ya en casa para que podáis ver lo bonita que es. Nos leemos en el próximo post. Muchos besos.