La poca luz influye negativamente en el estado de ánimo
Las luces influyen directamente en los estados de ánimo de las personas. Se ha comprobado que la potencia, intensidad, dirección y ubicación de las luminarias, influyen directamente en las personas.
Una decoración agradable, con objetos que nivelen el espacio, y contribuyan a crear un sentido personal y eficiente, son las principales características que el uso del diseño y la decoración tienen para contribuir al ánimo, la tranquilidad y el rendimiento de las personas. En este sentido, un factor importante es la iluminación, ya que esta va a otorgar la luz ideal para que un espacio pueda crear un ambiente benéfico para la mente y el cuerpo, según el sentido dado a ese lugar.
La luz contribuye a resaltar una atmósfera tranquila o dinámica, esto por supuesto influye los estados de ánimo, ya que así como la luz contribuye a subir las condiciones anímicas, también pueden ser un factor depresivo. Una iluminación deficiente o no acorde con el espacio, disminuye significativamente los aspectos visuales y energéticos, causando sombras y oscuridad, lo cual forma parte de los aspectos negativos en los ambientes que se han constatado de muchas personas con problemas de depresión.
La luz puede ser natural o artificial. Los expertos recomiendan que la iluminación artificial sea lo más parecida a la natural posible
En el cuerpo humano, el hipotálamo se relaciona directamente con los fotorreceptores ubicados en el cuerpo, y ayuda sincronizar el reloj interno con las luces del día. El ciclo circadiano es un factor muy importante a tomar en cuenta, ya que se relaciona con el sueño y el cuerpo humano, influyendo directamente en factores como la vigilia, la temperatura, el sueño, la digestión, e inclusive en los procesos de regeneración de las células. Por lo tanto, la luz va a influir directamente en factores importantes como la concentración, la actividad, la temperatura del cuerpo, el apetito, y por ende en el estado de ánimo.
La iluminación ayuda significativamente a mejorar los estados de ánimo aumentando la alegría y la motivación.
Los estudios también revelan que es importante tener en cuenta una nivelación referente a la luz en algunos momentos del día, que la mayor parte del tiempo las personas encuentran en lugares donde la luz artificial es un referente. Sin embargo, la importancia de la luz natural es fundamental, por lo que se recomienda estar en contacto con la luz del sol algunos minutos al día. La nivelación se relaciona principalmente con este hecho, ya que así como la energía solar es importante, también las luces artificiales nos brindan grandes beneficios.
Las luces brillantes y con una potencia elevada, son las más recomendadas para el día, principalmente cuando ejecutamos labores importantes donde la claridad es fundamental, como en la oficina, la escuela, la universidad y el hogar. En este sentido, también las luces más bajas son ideales para la noche.
Hacer una modificación del sistema luminoso es lo que algunas veces el cuerpo necesita, es decir, iluminar más en la noche y débilmente en el día puede causar una alteración del ritmo circadiano, lo cual influye negativamente en los horarios del sueño, y por ende en la energía vital que el cuerpo necesita.
Los expertos aseguran que las luces brillantes intensifican muchas reacciones emocionales, aunque sus efectos pudieran ser positivos y negativos y dependiendo del estado de ánimo. Esto es fundamental, ya que muchas personas se pueden ver afectadas por una intensidad luminosa, o al contrario, por una carencia de esta.
Otro aspecto importante a tomar en cuenta es el color de la iluminación, conocida también como la temperatura del color. Los expertos y sus estudios demuestran que mientras mayor sea la intensidad, es más brillante y frío el tono de la luz.
La iluminación no tiene que ser excesiva o muy potente para lograr ambientes relajantes y confortables. Si esta se une a un diseño decorativo eficiente se convierte en algo muy funcional
La temperatura del color se relaciona directamente con el tono que predomina en el ambiente. La iluminación cálida contribuye a una atmósfera relajante, tranquila y serena, mientras que las luces frías tienden a ser más productivas para la actividad. La luz azul influye positivamente en la segregación de la melatonina del cuerpo, la cual es importante para el sueño y un buen descanso. Los tonos de colores amarillos guardan relación con la salida y la puesta del sol, que es cuando el cuerpo se encuentra mucho más relajado.
Una iluminación débil, con luces indirectas, como los plafones de pared, contribuyen a que los ambientes sean mucho más tranquilos, sin embargo, no son recomendados para lugares donde se realicen actividades que requieran productividad, actividad y eficiencia. Para un restaurante, habitación, sala de estar o dormitorio, las luces débiles son ideales, pero se tiene que tomar en cuenta las condiciones anímicas, para que estas no contribuyan a intensificar cualquier estado de ánimo negativo.