En este tipo de situaciones parece frívolo hablar de temas más carnales pero queremos seguir generando contenido para haceros pasar un buen rato y si además os servimos de ayuda y aprendéis algo, pues genial.
¡Así que manos a la obra! Otra de las grandes preguntas que solemos escuchar cuando levantamos el teléfono (además de si se puede mover un baño) es: - me gustaría cambiar la distribución pero ¿podría mover la cocina?-
Y la respuesta vuelve a ser –depende-.
Es cierto que desplazar una cocina es mucho más sencillo que hacerlo con un inodoro pero tenemos que cumplir ciertas premisas para hacer este cambio con éxito.
Si estáis acostumbrados a seguir nuestras reformas integrales, rara es la vez que dejamos una cocina en su posición original. Y esto no es por gusto. Las necesidades actuales y la forma en la que ha cambiado nuestro estilo de vida hacen que la cocina tenga un papel diferente.
No es que todas las casa viejas estén mal hechas, es que estaban diseñadas según los paramentos sociales del momento. Así que antes de hablaros sobre cambiar cocinas de sitio os queremos explicar por qué vemos estas disposiciones que nos parecen tan mal hoy en día.
La cocina era un lugar ruidoso, con olores y poco noble donde normalmente estaba encerrada la mujer de la casa cocinando, poniendo lavadoras y atareada en “sus” que haceres domésticos. Casi siempre nos la encontramos lejos del salón y asociada a los cuartos húmedos.
En casas de cierto nivel, generalmente van acompañadas de la habitación y el baño para el servicio.
Son varios los factores que han hecho que la cocina cambie de sentido y empieza a convertirse en uno de los espacios mejor valorados. Primero el cambio de papel de la mujer que, aunque más lento de lo que nos gustaría, va tomando peso en la sociedad. Seguido de nuestra forma de vida mucho más social, las relaciones de familia más liberales y abiertas y acabando por la importancia que en los últimos años ha cobrado la gastronomía, factores que han hecho que este espacio en muchos casos juegue un papel fundamental en las viviendas.
Podríamos pensar que otro de los motivos que influye es el tamaño de las viviendas. Al ser más pequeñas, ganar metros y amplitud visual uniendo la cocina al salón, parece un gran acierto. Incluso, en ocasiones, esto nos permite liberar una ventana que puede ser parte de una nueva habitación. Pero es cierto que esto también se está dando en viviendas de tamaños considerables porque la cocina vuelve a tener ese punto de las casas primigenias en las que todo pasaba en torno al fuego del hogar.
Nos centramos, y hay van nuestras recomendaciones:
-Para poder mover una cocina de sitio hay que tener en cuenta que los lugares por los que pasen las canalizaciones nuevas también se verán afectados. Es decir, si tienes pensado mover la cocina sin reformar el resto de la casa, has de ser consciente de que puede que tengas que tocar el suelo, las paredes y el techo de otras estancias de la casa en función de donde se sitúen las bajantes de desagüe y las ascendentes de agua fría y caliente a las que vas a engancharte.
Además, siempre se intentará llevar las tomas de agua por el techo ya que así, si hay cualquier fuga, el problema lo tendrás en tu vivienda y no mojarás al vecino.
-Lo más importante es localizar la bajante a la que irán las aguas residuales de fregadero, lavadora, lavavajillas y algunos tipos de frigoríficos con dispensador de agua y hielo. Recuerda que esa bajante no puede ser de aguas pluviales.
- Además hay que estudiar el mejor recorrido y darle la pendiente adecuada porque los desagües funcionan por gravedad, para que no haya problema de atascos futuros, lo que en algunos casos, puede influir en las alturas de los suelos.
Un truco es conectar fregadero y lavavajillas en el mismo desagüe ya que el segundo tiene motor para la impulsión del agua y puede ayudar a arrastrar algún pequeño desecho que provenga del fregadero.
-Igualmente pasará con el tema eléctrico. Habrá que ver de qué manera se pueden llevar la electricidad y se tendrá en cuenta los enchufes de fuerza necesarios.
-Otra de las cosas que tienes que tener en cuenta es que la pared donde cuelgues muebles altos deberá estar reforzada.
-Uno de los temas importantes es la evacuación de humos de campana. Tendrás que asegurar el recorrido hasta el punto autorizado de salida a fachada o si necesitas que sea en un lugar nuevo consultar la normativa y a la comunidad. Lo más indicado es que tenga el menos número de codos posibles y la menos distancia de evacuación. Si es en línea recta, no recomendamos más de 5m y eso hablando de una campana potente. De nuevo, debes saber que los tubos normales son de 120 y 150mm, así que a no ser que lo vayas a llevar visto, debes asegurarte un falso techo hasta su salida por debajo de esta altura y si hay vigas que te puedan cortar el paso.
En el peor de los casos en los que sea imposible una campana tradicional, existen las campanas de filtro de carbono que no necesitan extracción pero requieren de mayor mantenimiento.
-Por último si la caldera está situada en la cocina habrá que prever la salida de humos al exterior y la entrada del gas. Esta última no puede ir oculta por el peligro que conlleva a no ser que vaya envainada. Siempre que se toque una caldera habrá que cumplir la normativa y pasar una inspección que de de alta la nueva instalación.
Esperamos que con estos puntos tengáis algo más claro lo que supone mover una cocina y si seguís teniendo dudas, estaremos encantadas de poder haceros un proyecto a medida que no solo resuelva a nivel estético y funcional la cocina, sino la parte técnica que suele ser la más desconocida, como es lógico.
¡Contadnos!