Pintar la casa siempre es un plan que apetece. Lo malo es pasar de la teoría a la acción. Emprender una operación pintura a fondo sin sobresaltos en el camino. Antes de lanzarnos a ello, vale la pena despejar algunas incógnitas y saber qué trabajos podemos barajar. Si te ronda en la cabeza esta idea, te cuento todo lo que querrás saber.
Con el buen tiempo a la vuelta de la esquina, una operación pintura en toda la casa se vuelve un proyecto decorativo muy común. Ahora bien, puede tener diferentes grados de dificultad y matices, y dejarlo en manos de profesionales o hacerlo nosotros. Quizá solo nos interese renovar el color de las paredes de las habitaciones, el clásico lavado de cara. Pero también nos permite atrevernos con otros cambios que estábamos deseando materializar. Desde retirar el gotelé ¡por fin!, a pintar las carpinterías o introducir alguna que otra pintura más saludable que las tradicionales.
Qué te puede costar una operación pintura
La primer duda que nos asalta cuando nos atrevemos con una operación pintura en toda regla es saber cuánto nos va a costar, sobre todo si decidimos confiar en un pintor. De este dato dependerá si seguiremos adelante o no con el plan. Lo más probable es que el último presupuesto barajado esté bastante desactualizado, especialmente si hace más de cinco años que no pintamos. Cuando decidimos contactar con profesionales y pedir precios descubriremos aspectos en los que quizá no habíamos caído.
El primero de ellos, saber que las tarifas pueden variar bastante según el estado de los tabiques de las estancias. Quizá no habíamos reparado hasta este preciso momento en que han salido humedad en algunas paredes del dormitorio principal, o que han surgido grietas en el salón sin saber muy bien la razón. Está claro que ante estas circunstancia, o contratiempos similares, será preciso tratar previamente las superficies. Es decir, incrementará el coste final del presupuesto sin poder saltarnos este paso si queremos un resultado final impecable.
Otro dato a simple vista irrelevante y sin embargo muy importante es la gama tonal de la nueva pintura. Quizá nos hemos cansado de los colores oscuros que pusimos hace unos años en determinadas estancias y ahora nos apetece mucho rodearnos de colores claros para disfrutar de una decoración más inspiradora. Pues bien, realizar esta transición supondrá tener que emplear más cantidad de pintura porque habrá que extender más capas. Y todo ello implicará un presupuesto al alza en nuestra operación pintura.
Adiós al gotelé de siempre
Con una operación pintura a la vista no podemos dejar de pasar la oportunidad de decir adiós a ciertos acabados trasnochados. O al menos fuera de sintonía con nuestros gustos decorativos de hoy. Y dentro de ellos el gotelé figura de los primeros en la lista. Hay bastantes posibilidades de que algunas zonas de nuestra vivienda o casa mini cuente con él. Es el momento de dejarlo atrás para siempre, pero afectará a nuestro bolsillo. Algo parecido sucederá si descubrimos paredes abombadas o algo torcidas: aprovechemos para repararlas. Su coste será bastante similar al de retirar el gotelé.
Aunque rascar este acabado de las paredes ya no es la tarea titánica de hace años, continúa siendo un trabajo arduo. Por eso lo más aconsejable es dejarlo en manos de profesionales y así tendremos la garantía de evitar sorpresas de última hora. Lo normal es que este tipo de tarea se presupueste aparte, y que incluya por un lado la retirada de dicho acabado y por otro su alisado correspondiente. Es decir, tendremos que sumarlo al precio fijado para pintar de nuevo, una vez listas las paredes para empezar con la operación pintura.
También las puertas y molduras
Una operación pintura puede ser ese momento que buscábamos para introducir cambios decorativos de revista. En concreto, renovar las molduras de los techos y, sobre todo, las puertas de las habitaciones para que estas carpinterías luzcan otra imagen. Un cambio tan sencillo como éste es capaz de variar por completo el estilo de una puerta, hacer que parezca mucho más moderna y actual aunque su diseño sea el mismo de siempre. Y como toque final, una sustitución de tiradores o manillas, con acabados y materiales de hoy y la metamorfosis será espectacular.
Para este tipo de trabajos, también los profesionales barajan ciertos aspectos antes de ofrecer un precio final. Ellos evaluarán cómo se encuentran las puertas, es probable que alguna esté deteriorada por el paso del tiempo. Y si hay niños en casa no será extraño que presenten arañazos y desconchones. En función de ello, será necesario invertir en ellas más o menos tiempo en cuanto a mano de obra. Y a la vez aplicar un mayor o menor número de capas. Ahora bien, esta operación pintura habrá valido la pena.
La calidad y tipo de las pinturas
En el presupuesto de cualquier operación pintura doméstica también es importante el tipo y calidad del material escogido y protagonista. Sin embargo, no es la variable que más afectará al precio final. Según los expertos la pintura a emplear no cubre una gran partida del coste total: tal solo alrededor del 20% del presupuesto. De manera que podemos permitirnos la idea de introducir pinturas antihumedad, o ecológicas, que nos garanticen una decoración más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Y si decidimos dejarla en manos de un pintor, disfrutaremos de acabados profesionales llenos de estilo.
¿Te atreves con ella?
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.