Sin duda el mejor cambio, rápido y económico que podemos darle a nuestro hogar es un buen lavado de cara es pintando.
A menudo, las épocas en las que tenemos niños pequeños en casa nuestras paredes suelen estar marcadas a un metro del suelo por todo el pasillo y los lugares más concurridos.
Para nosotros, nuestras paredes impolutas son nuestro templo y refugio. Para ellos, las paredes son mil y una oportunidades de carreteras, perfectas para plantar sus pies y sin duda nada que ver con nuestras prioridades.
Quizás no lo habíais escuchado nunca pero sí, podemos eliminar la mayoría de las manchas que se crean en nuestro hogar. Para ello, es imprescindible escoger una pintura lavable como las Valón Clean de Valentine, una pintura plástica mate superlavable.
Ésta permite eliminar fácilmente manchas de café, aceites, zumos, salsas, rotuladores, etc. de las paredes, mantenido un acabado impecable gracias a su tecnología innovadora. Lo sé, estaréis pensando ¿por qué no me había enterado antes yo de esto?
Cuando suframos un accidente” solo vamos a tener que pasar un trapo húmedo con un poco de detergente para que la pared vuelva a quedar como nueva. Lo único que tenéis que tener en cuenta es que una vez la hayáis pintado tendréis que esperar 28 para poder lavarla por primera vez.
Espero que el post os sirva de ayudar a la hora de escoger un tipo de pintura para vuestra casa que sea idóneo tanto para nosotros como para vuestros peques. Podéis ver todos los productos de Valentine aquí, y los de la gama de Valón Clean que os he hablado hoy aquí.
Post patrocinado por Valentine
Fuente: este post proviene de Estoreta, donde puedes consultar el contenido original.
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