Por todo ello, a pesar de que lo ideal sería convertir nuestros hogares en espacios libres de humo, existe una alternativa que nos va a permitir renovar el ambiente, y son los purificadores de aire. Con ellos no solo limpiaremos el aire de componentes químicos, sino que también eliminaremos los malos olores.
¿Qué tipo de purificadores de aire hay?
1. Sistema de filtro de carbón activo. Está compuesto por dos poros que actúan químicamente absorbiendo los elementos contaminantes según van pasando por el filtro. Son de los más absorbentes que hay y funcionan muy bien de cara al humo, a los olores, a los gases... Sin embargo, no elimina el polvo ni los elementos alérgenos, por lo que se suelen combinar con otros filtros.
2. Purificación por Filtro HEPA. Su funcionalidad se extiende a la eliminación de polen, esporas de moho, ácaros... Es el más recomendado para tratar las alergias, ya que pueden atrapar hasta el 99,7% de las partículas del aire. El inconveniente es que no eliminan vapores, olores, elementos químicos...
3. Sistema de filtro iónico. A pesar de que está formado por un generador de iónes negativos que atrapan el polvo, el problema es que no elimina por completo las partículas de polvo, polen... por lo que no son los sistemas adecuados cuando tenemos un problema grave de este tipo. Además, en su funcionamiento producen ozono, que inhalado directamente puede tener consecuencias para la salud.
4. Sistemas por luz ultravioleta. A través de la radiación electromagnética destruye bacterias, virus, moho en el aire... pero no funcionan frente al polvo, a las partículas sólidas del aire o a los agentes alérgenos.
De esta forma, la mejor solución para combatir las consecuencias del tabaco en casa es combinar diferentes tipos de filtro para acabar con todos los agentes nocivos.
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