Hace dos semanas, dábamos la bienvenida a la primavera y te decía que abrieras las ventanas pero si eres alérgico, sobre todo al polen, igual debes tomar una serie de precauciones.
Cada año aumenta el número de personas alérgicas según la sociedad española de alergología e inmunología clínica.
Nuestra casa debería ser ese refugio en el que somos capaces de reconectar con nuestro ser interior, pero cuando padecemos alguna alergia, esa paz no siempre es posible encontrarla en casa.
Si eres alérgico al polvo, las mascotas, el moho, el polen o en el peor de los casos a todos ellos, seguro te apetece conocer las claves para poder vivir en una casa libre de alergias.
Cada una de ellas requiere de unas soluciones específicas, pero hay una serie de medidas básicas que, llevándolas a cabo, traerán mas bienestar a tu casa.
PAUTAS BÁSICAS DE CONTROL AMBIENTAL PARA ALÉRGICOS
El control de la humedad y la limpieza para evitar el polvo son siempre las mejores armas de un alérgico.
La ventilación diaria es clave para eliminar la humedad, y mantener por encima del 45% y por debajo 60% la humedad ambiental, evitará la formación de moho, proliferación de ácaros…. Para conocer esta información podemos hacer uso de un higrómetro.
¿Cómo controlamos la humedad y limpiamos el polvo?
CONTROL DE LA HUMEDAD
Para regular la humedad en invierno podemos hacer uso de deshumidificadores, en función del grado de humedad:
+ Bentonita: Roca natural arcillosa; la solución más económica pero también la que menos absorbe.
+ Deshumidificador de cloruro cálcico, un compuesto químico inorgánico con propiedades higroscópicas, que debido a sus reducidas dimensiones puede ser usado en estancias pequeñas absorbiendo grandes cantidades de agua.
+ Deshumidificador eléctrico para usar cuando el grado de humedad es muy alto o si necesitamos absorber grandes cantidades de agua, como cuando tendemos la ropa dentro de casa en invierno.
ELIMINAR EL POLVO: EQUIPAMIENTO BÁSICO
Hace unos meses te hablaba de la importancia de limpiar el polvo para eliminar los tóxicos que en él se acumulan; pues bien, además de los tóxicos, eliminaremos también los ácaros. Es importante hacerlo de forma regular, y la forma mas rápida y económica, es con paños de microfibra húmedos o si lo prefieres, reciclando viejas camisetas de algodón siempre húmedas para evitar que el polvo se levante.
Para eliminar el polvo de superficies mas grandes podemos hacer uso de un aspirador de filtro HEPA* o con depósito de agua.
Para mantener el aire limpio en casa, podemos hacer uso también de purificadores de aire con filtros HEPA*, que son capaces retener partículas de al menos 0,3 micras (algunos modelos hasta 0,1 micras) y de esta manera la cantidad de alérgenos (polen, ácaros, escamas de animales…) se ve mermada considerablemente.
Si además los filtros tienen una etapa de filtrado de carbón activo, también reduciremos otras sustancias tóxicas como el humo de tabaco, coches , el formaldehído, etc.
* HEPA es la abreviatura de “High Efficiency Particulate Arresting” y se trata de un filtro de alta eficiencia.
Ahora que vimos las pautas básicas para un buen control ambiental en casa de los alérgicos, entraremos en profundidad en cada una de ellas para poder ofrecer, además de las anteriores, soluciones específicas que sin duda mejorarán el bienestar de quien las padece.
La próxima semana hablaremos del POLEN.
Lecturas recomendadas: Una casa sin alergias ni contaminantes
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