Así, cuando nos sumergimos en busca de tendencias e inspiración, oímos y leemos mucha información relacionada con los diferentes estilos (nórdico, industrial, shabby…), con los que podemos sentirnos más o menos identificados. Sin embargo, hay algo que va más allá de cualquier estilo, y son las sensaciones que la decoración por sí misma es capaz de despertar.
¿Verdad que, cuando ves fotografías de decoración, de forma automática e irremediable generáis un sentimiento asociado a la estancia que queda reflejada en la imagen? Ya sabéis, hablamos de esa sensación que te dice: “en ese salón dormirías unas siestas increíbles”, “qué dormitorio tan cómodo y relajante”, “qué inspirador sería trabajar en ese despacho”… ¿Y a qué se debe todo eso? Pues, sin lugar a dudas, gran ‘culpa’ de ello la tienen las diferentes tonalidades. ¿Habéis oído hablar de la psicología de los colores?
Esta ‘ciencia’ nos invita a relacionar cada color con una emoción, una sensación, un concepto… Negros que marcan la elegancia y sobriedad, azules que reflejan la pureza y el relax, naranjas que irradian energía… Es por eso que hoy nos hemos planteado una pregunta, ¿cómo decorar en busca de conseguir, más que un estilo, una sensación concreta? Lo que sí sabemos es que el color va a ser clave, ¡vamos a verlo!
Caemos rendidos al descanso… con el AZUL
Los tonos azules, en sus diferentes tonalidades, se identifican de forma irremediable con la serenidad, la paz, la tranquilidad… Es por eso que son los favoritos de estancias como el dormitorio, el cuarto de baño… Estas imágenes nos hacen creer en ello…
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Fuente: Conforama
La naturaleza dentro de casa... con el VERDE
Tu hogar puede convertirse en un medio de conexión con el exterior, con la naturaleza, a través de los detalles en verde, que reflejan frescura, libertad, serenidad, salud... Se trata de un color lleno de posibilidades, capaz de transmitir calma en sus tonalidades más claras, y energía en los tonos más vivos. Sin duda, un gran compañero del color blanco en lo que decoración se refiere. Salones, baños, dormitorios, zonas de estudio, cocinas... Ninguna parte de la casa se le resiste...
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Al alcance del romanticismo... con el ROJO
Los colores rojos son sinónimo de sensualidad, amor, pasión y, por eso, el primer destino en el que pensamos es el dormitorio. Eso sí, siempre en su justa medida y combinado con tonalidades que contrarresten su gran energía, como el gris o el blanco. Como siempre decimos, el 'menos es más' es una máxima en la decoración, y por eso, en esta ocasión, los pequeños detalles serán suficientes para darle al rojo el protagonismo que se merece.
Por su parte, según la psicología de los colores, el rojo es un color asociado al apetito, por lo que esto, unido a su capacidad estimulante y su gran vitalidad, lo trasladan a la decoración de cocinas, comedores...
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Fuente: Conforama
En busca de la creatividad... con el AMARILLO y el NARANJA
Terminamos con dos colores que despiertan unas sensaciones que todos querríamos percibir cada día: vitalidad, optimismo, inspiración... Hablamos de los colores cálidos en sus todos amarillos y naranjas, dos colores llenos de fuerza que encajan a la perfección en cuartos de estudio, despachos... donde la creatividad es un factor esencial. Además, son tonalidades que invitan a sociabilizar, a comunicar, por lo que también los podemos llevar a zonas compartidas como el salón, la sala de estar...
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Fuente: Conforama
¿Ya sabéis qué sensaciones queréis transmitir con vuestra decoración? Os esperamos en la web de Conforama, donde podréis encontrar todo tipo de ideas y opciones para conseguir el hogar de vuestros sueños.
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