Tips deco para mamás

Hace tiempo que quería escribir este post por varios motivos. El principal es que muchas mamis que seguís cuentas deco os preguntáis cómo hacemos para tener todo “bonito y ordenado“

En mi caso (y creo que en el de la mayoría) preparo un espacio armónico que pueda servir de inspiración, pero eso no significa que el resto de la casa esté igual. Seguramente si vierais el resto de estancias en ese momento os caeríais de culo jajaja

¿Entonces compras todo lo que te gusta y que sea lo que Dios quiera? Eso tampoco. Y de esto va el post de hoy, de cómo elegir cuando vivimos con niños (e incluso mascotas) y no queremos renunciar a tener una casa que nos guste.

Os puedo asegurar que hay muchas cosas que no habría elegido o las habría puesto de otro material si no hubiéramos querido formar una familia. Pero en general estoy bastante contenta con el resultado.

La elección de los materiales

Esto es lo principal y os voy a poner algunos ejemplos.

Una de las dudas que nos surgió cuando estábamos en plena obra fue qué tipo de suelo poner. Yo habría elegido un laminado clarito, tirando a blanco, con los ojos cerrados. Pero pensándolo bien habría sido muy difícil de mantener en una casa de 200 m2 con niños y una perra.



Al final optamos por un porcelánico imitación madera de Kronos Ceramiche (color rovere) y estoy realmente encantada con él. Es muy muy fácil de mantener y los pelos de Lolita sólo se aprecian al barrer. Fue un acierto total y lo más recomendable si tenéis suelo radiante.



Hace tres años me enamoré del sofá Soderhamn de Ikea. Venía con unas fundas blancas increíblemente bonitas que seguro habréis visto en infinidad de cuentas de IG. Yo tenía una bebé que ya apuntaba maneras, así que lo primero que hice fue buscar unas fundas lavables a prueba de niños y mascotas en un color más sufrido. Las nuestras son de la marca Comfort Works, que realizan fundas para todos los modelos de sofás de Ikea, y pocas habrían resistido tanto como ellas.





A la hora de elegir la pintura para las paredes o incluso los textiles siempre me hago la misma pregunta ¿Se lavarán fácilmente? De las paredes blancas ya he sacado más de un “Picasso” y las alfombras, mantas y cojines pasan por la lavadora varias veces al mes.



Alfombra vinílica de Fancyhaus. Se barre y friega como el resto de suelo y es anti alérgica.



Pintura súperlavable de Jotun para paredes Majestic Resist, color gris 5167 Freedom

Muebles low cost

Con dos palés hice las dos camitas de su dormitorio.



Colección Trofast de Ikea



Consola low cost de La buhardilla de Laura



Estantería IVAR de Ikea

Recicla, reutiliza y, sobre todo, no inviertas grandes cantidades de dinero en muebles de uso diario si no te quieres llevar más de un disgusto. Al menos durante los primeros años. Los muebles y paredes suelen ser un lienzo en blanco y a muchos les da por expresar su creatividad en ellos, así que la opción de comprar a bajo coste (¡Bendito IKEA!!) o reutilizar muebles antiguos suele ser la opción más práctica e inteligente mientras son pequeños.

Lo más delicado fuera de su alcance

De vez en cuando me doy un “capricho” deco, pero intento que esté fuera del alcance de mis hijos. Me enamoré de la estantería Makemba de Hannun y me lancé a pedirla porque iba colgada del techo. Lo mismo con las plantas colgantes que, milagrosamente, están sobreviviendo en nuestro salón.

Vivir con lo necesario

Mantener el orden en una casa con niños es prácticamente imposible. Por eso cuantas menos cosas inútiles tengamos más fácil será poner orden.

Yo lo que hago cada 2 o 3 meses es vender, dar o tirar todo lo que no se está usando. El desapego por las cosas inservibles es fundamental para que mi casa no parezca una leonera 24/7. Y recordar que todo lo que está en cajones, armarios, buhardilla, trastero… también está ocupando espacio aunque no lo veamos.

¿Y que hacemos con los juguetes? Pues lo mismo que con el resto de cosas. Puzzles a los que les faltan piezas, juegos que ya no utilizan, disfraces que se quedan pequeños. Todo lo que veáis que ya no utilizan, mejor sacarlo de casa. Lo ideal sería comprar lo justo y necesario (porque además sabemos que se acabarán entreteniendo antes con un palo, unos botones o una caja de zapatos), pero cuando veamos que los juguetes nos van a echar a nosotros de casa, mejor vender o donar.

Y hablando de juguetes… Atentas a mis redes porque la transformación de la Playroom de los enanos ha empezado y viene en forma de cuento…

¿Os ha perecido útil el post de hoy? Si es así te animo a compartirlo ¡Feliz miércoles!